OPINIÓN
El potencial turístico del carnaval
El boom de la fiesta ha convertido el alquiler de viviendas en esta época en un negocio que habrá que controlar y regular
Hay noticias que se entienden mejor cuando van juntas. En la edición de ayer de este periódico publicábamos que la Asociación de Hosteleros de Cádiz, Horeca, vaticinaba un lleno del 100% de los hoteles de la capital . Su presidente, Antonio de María, un ... hombre de sobra curtido a la hora de hacer previsiones, reseñaba que la bonanza se extendería al resto de la Bahía e indicaba que la proliferación de pisos turísticos no iba a dañar el buen horizonte porque la demanda eran inmensa.
Pues bien, en la edición de hoy de LAVOZ usted puede encontrar un reportaje que señala el boom inmobiliario que vive la capital durante el Carnaval. Los propietarios de viviendas, en especial si están cerca de los barrios más carnavaleros, hacen su agosto cuando febrero se yergue en el calendario y llegan a cobrar por un apartamento pequeño unos 3.500 euros por los diez días que dura la semana de Carnaval . Es más, hay viviendas cuyo precio de alquiler sólo durante el periodo de Carnavales alcanza el montante que se paga durante el resto del año. Tener un balcón que dé al paraíso no está al alcance de cualquiera, sólo de quien pueda pagarlo.
El que haya una demanda ávida de techo ha provocado que de momento no hayan surgido recelos, pero si no se pone atención a este mercado, llegarán. Lo harán porque pese a que muchos apartamentos cumplen con la legalidad, los hay que no tienen registrada esta actividad económica y no están sujetos a un control y a unas condiciones mínimas de calidad.
Es ahí donde la administración debe estar vigilante . Cádiz ha hecho un ímprobo esfuerzo durante la última década por consolidarse como un destino de calidad y para toda la familia. No puede permitirse que, al abrigo de la oferta descontrolada, pueda tirarse por tierra ese marchamo de garantía que ha conseguido la ciudad gracias al esfuerzo de las administraciones y, sobre todo, de todo el mundo de la hostelería.
Si se vigila la calidad de los alimentos que se distribuyen durante el Carnaval para evitar tanto que se comentan fraudes como que se ponga en riesgo la salud de las personas, deberíamos hacer lo propio con los alojamientos para conservar la buena reputación del destino Cádiz y para evitar que la fiesta turística de los Carnavales se convierta en un cajonazo en los próximos años.
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