EL APUNTE

La política social:una bandera raída en cádiz

De no dejar a nadie atrás se ha pasado a dejar de lado a muchos usuarios, que aseguran sentirse desatendidos

Las políticas sociales de la capital gaditana hacen aguas. Y no solo lo dicen los grupos de la oposición en el Ayuntamiento de Cádiz, sino los propios usuarios de la delegación de Servicios Sociales, que aseguran sentirse desatendidos en un momento crucial de la pandemia. ... Hace ya casi un año que desgraciadamente nos ha tocado convivir con el «bicho», sin saber a ciencia cierta cuando podremos volver a la normalidad.

Pero lo que sí es una realidad es que la crisis sanitaria del coronavirus ha derivado en una crisis económica y social sin precedentes que está afectando a miles de gaditanos. Cierran empresas, comercios, bares y negocios cada día, provocando que numerosos gaditanos hayan pasado a engrosar esa temida lista del paro en una ciudad que ya de por sí contaba con este mal endémico, además de la falta de vivienda.

Colectivos, asociaciones y Ong’s de la capital han dado la voz de alarma con el notable aumento de usuarios en los últimos meses que piden alimentos y productos de primera necesidad porque no llegan a final de mes. Un incremento que, muy a nuestro pesar, tendrá un efecto multiplicador en los próximos meses, según dicen los expertos.

El equipo de Gobierno que lidera Kichi tiene claramente que redoblar los esfuerzos en las políticas sociales ya que de «poner en el centro a las personas» o «no dejar a nadie atrás» (mantra que han repetido hasta la saciedad) se ha pasado a dejar a los usuarios de lado. No es normal que una persona tenga que llamar 82 veces a la delegación de Servicios Sociales para ser atendido, tal y como reflejó un ciudadano en su intervención en el último pleno. Es cierto que la delegación de Servicios Sociales partía de una situación ya desbordada antes de que llegara la pandemia y que la falta de recursos humanos y materiales es una realidad. Razón de más para que se priorice, ante todo, la atención a las personas que lo están pasando mal en estos momentos. Y son muchas en la ciudad. Los propietarios de viviendas de alquiler no se fian del Ayuntamiento porque paga tarde y mal, la tramitación de las ayudas se eterniza y la situación de las personas sin hogar se agrava por días. La pandemia nunca debe servir de excusa y, si lo peor está por venir, es hora de actuar desde ya y dejarnos de banalidades.

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