El paro también tiene formas
El brusco cierre de LTK es un ejemplo de la gravedad de la crisis que viene y de las maneras a evitar en casos de conflictos colectivos
Por más frecuentes que hayan sido, por más cotidianos que vayan a volverse, debemos resistirnos como sociedad a ver los cierres de empresas como un hecho común, inevitable, ineludible. Cada vez que un centro de trabajo echa la persiana para siempre, son decenas de familias ... las que entran en una situación que afecta a todos sus miembros por un periodo indefinido. Para recordarnos esta circunstancia, el drama del paro volvió a golpear con virulencia este pasado fin de semana a la Bahía de Cádiz. Esta vez, en forma de Expediente de Regulación de Empleo que afecta a 55 trabajadores de la empresa de logística LTK , una de las más importantes de la provincia y que trabaja para Alestis. Alega causas productivas y organizativas que resultan difíciles de rebatir en estas circunstancias. Pero haya más o menos argumentos, las formas resultan esenciales en todo proceso entre seres humanos. Por eso resulta de difícil asimilación que la factoría empezara a ser desmantelada de noche, durante un puente festivo y sin que los trabajadores estuvieran informados. Para mayor desconsideración, algunos de sus efectos personales han aparecido en contenedores de basura. El cierre puede estar justificado pero estas maneras, en absoluto.
No por esperado, en mitad de la crisis económica más dura que se haya conocido en décadas, este nuevo revés es menos dramático, pues viene a demostrar que la provincia de Cádiz sigue sin tocar fondo en cuanto a destrucción de empleo se refiere. Los próximos meses amenazan con mostrar imágenes similares con cierta asiduidad pero nunca podemos olvidar la gravedad de esta decisiones ni se pueden esquivar las más elementales normas de educación y ética para manejarse en este tipo de conflictos, por ambas partes. Ese ruego también vale para las protestas y movilizaciones de los trabajadores, que nunca pueden caer en el insulto y la violencia con el pretexto de la tensión que provoca el desempleo. Si lo hicieran, perderían buena parte de la razón que tuvieran al reclamar. El caso de esta filial de Alestis es especialmente grave, ya que se trata de una compañía que ha recibido un notable impulso de la Junta de Andalucía y pretendía convertirse en uno de los grandes referentes del tejido industrial gaditano, probablemente solo por detrás de Navantia, Dragados o Airbus.
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