EL APUNTE
El paro de siempre como nunca
Los números de la provincia siempre han sido duros en cuanto a desempleo pero las actuales proporciones son desconocidas
La explosión era previsible porque la pandemia ha prendido una crisis sin precedentes en el consumo, en el sector servicios y el turismo, que arrastra también a la industria, especialmente la ligada a cualquier tipo de transportes. Los elementos forman la tormenta perfecta pero el ... hecho de que los partes meteorológicos la anunciaran no le resta un ápice de gravedad a la situación. El paro crece sin parar desde el verano pasado, desde junio, y nada permite intuir que vaya a detenerse. Bien al contrario, cabe pensar que muchos de los miles de ciudadanos sujetos a ERTE pasarán a formar la figurada fila. El desempleo ha vuelto a subir por séptimo mes consecutivo en la provincia y falta saber lo larga que será la serie de incrementos. Todo apunta a que, en los próximos meses, la provincia llegará a 200.000 parados, un registro que no se sufría desde hace ocho años, en 2013. En solo doce meses, de febrero a febrero, el tejido productivo de la provincia ha perdido 38.480 empleos. La situación no es nueva pero se agrava considerablemente. Es evidente que, desde hace más de 30 años, el desempleo es un problema crónico, agudo y estructural de la provincia. Siempre, con epidemias y sin ellas, con crisis y en crecimiento, con o sin tensiones sociales mundiales, nacionales o regionales, sus números han sido peores –y cómo– a los del resto de España y Europa.
Es tan antiguo que habría que remontarse a tiempos predemocráticos para encontrar porcentajes que no provocasen alarma aunque ninguna de la proporción que parece avecinarse. Cabía pensar que en una situación de parálisis económica como no se ha conocido, Cádiz iba a sufrir más que otros territorios . Sencillamente, porque su mercado laboral ya estaba más enfermo que otros antes de la enfermedad.
Tan es así que casi pasó desapercibido, en pleno pesar colectivo por el coronavirus, ese dato que fija (otro año más) a diez municipios de la provincia entre los 20 con mayor desempleo en España. Cuando lo que se mira es la renta per cápita (dinero o propiedades contabilizados por persona y año), los guarismos son igualmente tristes. La situación puede ser peor, mucho peor, por el frenazo brutal provocado por el Covid-19, pero dista de ser nueva ni sorprendente . Por desgracia.