El Apunte
La pandemia incrementa precios clave
La subida de la cesta de la compra coincide con la caída de ingresos y renta en varios sectores de población: una tormenta perfecta
Todos vivimos una situación para la que no estábamos preparados. Sin precedentes ni una previsión colectiva a la que asirse, la sociedad, al completo, se ve obligada a dar pasos dubitativos, prueba y error, a improvisar, a esperar y confiar. Los hábitos, en todos los ... ámbitos, han cambiado tanto en tan poco tiempo que el impacto es aún impredecible. La pandemia provocada por el coronavirus Covid-19 desde marzo de 2020 tiene una influencia brutal en las costumbres de consumo de cualquier producto, desde los esenciales, los de diario en alimentación o higiene (recuerden el famoso papel higiénico), hasta los turísticos, el ocio, la cultura...
Aunque el bajón en el consumo en muchos sectores, el parón en producción y transportes, podría haber provocado una caída de precios por la aparición de ofertas, desesperadas, el balance oficial de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) cerrado hace apenas cinco semanas deja claro que esa impresión ciudadana es un espejismo, es falsa. Es más, los precios, en los fundamentales productos alimenticios frescos y perecederos, los que más se compran para la alimentación doméstica, han subido. En este periodo, en plena pandemia, la cesta de la compra ha crecido un 2,8% como media.
Esta situación se da justo a las puertas de una Navidad en la que, aunque el consumo no crecerá tanto como en anteriores inviernos previos a la pandemia, sí se verá incrementado por el habitual pico de demanda, lo que suele provocar subidas de precio. Esta previsión, altamente probable, puede cerrar un año con notable incremento de precios en productos básicos, lo que unido a constante aumento del paro, la caída de la renta media y las dificultades de muchos autónomos, de muchas empresas pequeñas o medianas, para sobrevivir puede provocar una tormenta económica de efectos funestos en muchas familias. A falta de que el sector primario resista como hasta ahora y de que todos los demás vuelvan a ser lo que fueron (si vuelven a serlo antes de 2023) provincias como Cádiz fiaban buena parte de su empleo y su microeconomía a dos factores: turismo y comercio, agrupados en el denominado sector servicios. Son dos de los más dañados. Sus trabajadores pierden poder adquisitivo cada hora que pasa. Y los precios, al alza. Mal negocio ciudadano. Pésimo.
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