Otro paso más hacia la decadencia
El abandono al que el Ayuntamiento somete a los jóvenes empresarios del Casino es una muestra más de que Kichi sólo gobierna «para los suyos»
Entre las numerosas mentiras, falsas promesas e incumplimientos del alcalde de Cádiz desde que tomara posesión de su cargo allá por mediados del año 2015, sin duda la mayor es la de que gobernaría «para todos». Kichi alcanzó el poder prometiendo acabar con los ... desahucios, asegurando que abriría «cajones y ventanas para que entre aire fresco» y garantizar la transparencia de su gestión. Aseguró que los gaditanos que se habían marchado fuera de Cádiz a buscar trabajo volverían «por el puente». Nada de ello se cumplió, pero hace tiempo que se hicieron evidentes los gestos hacia los que él considera «los suyos», sus «vecinos y vecinas», que por lo que se ve no son todos los gaditanos, sino sólo sus afines.
Su desprecio hacia la figura de José María Pemán o la de Ramón de Carranza, su rapidez en desposeer al Rey Emérito Juan Carlos I de su avenida en la ciudad pese a que no pesa sobre él ninguna responsabilidad penal son algunos de esos signos de comunismo rancio y trasnochado. Y ahora le está tocando el turno a uno de los lugares de encuentro más importantes de la sociedad gaditana, el Casino. Un edificio que a día de hoy alberga, al margen de las actividades de sus socios, a un buen número de jóvenes emprendedores que tienen allí su centro de actividad. Kichi, autodeclarado anticapitalista, quiere «aburrirles» para que se marchen y dar a paso a asociaciones que sí son de su ‘cuerda’. Si finalmente lo consigue, Cádiz habrá dado un paso más en el camino de la decadencia que emprendió precisamente allá por mediados del año 2015.