La otra EPA de Cádiz
La Encuesta de Población Activa del primer trimestre del año es anómala pero, pese a todo, confirma que la provincia sigue en el furgón de cola del paro
La primera Encuesta de Población Activa (EPA) del año no recoge con claridad el impacto del estado de alarma sobre nuestro mercado laboral. El cese de actividad y los ERTEs declarados en la provincia desde el pasado 14 de marzo, en que se ... decretó la crisis sanitaria por la irrupción del coronavirus, no han tenido reflejo en este primer sondeo laboral, ya que los afectados por los expedientes de empleo temporal han sido calificados como activos-ocupados en lugar de parados. La EPA revela que la provincia, pese a todo, ha recortado su número de parados en 3.300 personas con respecto al trimestre anterior y en 13.100 si lo comparamos con el mismo periodo de 2019. Esta encuesta no ha tenido en cuenta de forma directa las 13.020 empresas gaditanas que han solicitado un ERTE, cuya medida afecta a 63.081 personas que estarán paradas –pero amparadas y con la garantía de volver a su puesto de trabajo– mientras dure el estado de alarma.
Pese a los datos contradictorios que arroja la primera EPA del año solo uno es real: Cádiz sigue en el furgón de cola del desempleo con una tasa de paro de 24,3%, es decir, cuatro décimas menos que en el trimestre anterior. Cádiz es junto con Badajoz y Córdoba de las más castigadas por el paro y eso que aún no se ha contado el verdadero impacto del coronavirus en su mercado laboral. A nivel nacional, dos semanas, apenas dos semanas pueden suponer un auténtico ‘shock’ en el mercado laboral, como así se refleja en la última EPA que, sin embargo, muestra unos resultados en el empleo ya fuertemente impactados por la crisis del coronavirus. Y eso que los efectos de esta crisis sanitaria que muestra esta EPA no son completos, ya que se trata de una estadística que recoge en este caso la media de los meses de enero a marzo y no los datos de finales de mes, que lógicamente serían tremendamente peores. Pero aún así, con apenas dos semanas de pandemia de las 13 semanas en las que se realizó la encuesta, los datos que arroja son los peores de los últimos siete años: en el primer trimestre se destruyeron más de 285.000 puestos de trabajo y se sumaron 121.000 parados más, las peores cifras desde el año 2013, cuando España estaba sumida en plena recesión económica. Y la tasa de paro escaló más de seis décimas hasta situarse en el 14,41%, un aumento en un trimestre que no sucedía desde hace siete años, mientras que la tasa interanual de creación de empleo se ha reducido a la mitad. Estos datos se quedan cortos respecto a la realidad actual con un país prácticamente paralizado desde el 16 de marzo.