EL APUNTE
Una difícil transición
Las multas en los festejos taurinos de El Puerto dan una idea de lo difícil, y necesario, que es respetar medidas preventivas en este momento de la pandemia
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Los escándalos son constantes. Tanto, que resulta difícil escandalizarse tantas veces, tantos días seguidos. Las escenas de botellones, de fiestas o broncas, en distintos puntos de Cádiz, de Andalucía, España y todo el mundo, se amontonan mientras los contagios se mantienen aunque la mortalidad de ... los casos haya bajado. Que no desaparecido. Son tantas las imágenes de personas demasiado cerca o sin mascarillas que cuesta mucho discriminar las negligencias de los errores disculpables, incluso de los comprensibles ejercicios de libertad individual. El hecho de vivir una fase de transición entre lo peor de la pandemia, vivido hasta marzo de 2021, y su definitivo control, ojalá que durante el próximo otoño, muestra unas contradicciones difíciles de gestionar. Decenas, cientos de personas han decidido cada noche del agosto festivo disfrutar los bares y restaurantes. Vuelve la música en directo. Los espectáculos deportivos vuelven a recibir espectadores. Todo de forma gradual, con unas prudencias difíciles de mantener, con unas prevenciones que resulta complejo controlar en todos sus detalles. Para evitar que cada uno de nosotros se convierta en juez y policía, en fiscal y vigilante, nos hemos dado normas. Son las que debemos seguir y respetar. No podemos comportarnos como si la crisis sanitaria hubiera sido superada porque no es así, por más que una multitud de gaditanos y visitantes quiera disfrutar de las vacaciones de julio y agosto, del buen tiempo. Los días de descanso no son excusa para relajar (sería injusto decir que olvidar) las directrices que marcan las autoridades sanitarias. No pueden volver a crecer los contagios, no pueden volver a aterrorizar a todos los que están en las residencias de ancianos, todos nos jugamos mucho. No es un caso propio de los gaditanos o los visitantes, de los jóvenes o los inconscientes. Somos todos. La prueba está en los festejos taurinos vividos en la Plaza Real de El Puerto. La empresa organizadora defiende que ha vendido el aforo legal permitido, el 50%, pero los agentes de la Policía Autonómica formularon 174 actas de denuncia –por incumplir los protocolos de prevención– durante los cuatro eventos taurinos celebrados, la mayoría de ellas a ciudadanos «por no llevar mascarillas». Es la prueba de lo difícil que es ajustarse a este tiempo de transición pero también de lo necesario que resulta seguir las normas a rajatabla un tiempo más.
