Un negocio rentable
Navantia ha logrado que los astilleros gaditanos sean un referente en la reforma de cruceros
Navantia tuvo que diversificar su negocio durante la crisis. La imposibilidad de captar contratos de construcción naval y los recortes impuestos por el Ministerio de Defensa obligaron a esta empresa pública a mirar hacia otros mercados para mantenerse a flote. Entre 2008 y ... 2010, cuando la oferta de construcción naval se iba a pique, Navantia metió tímidamente la cabeza en la reparación de cruceros. Fue entonces cuando diversificó su negocio pasando del tradicional mantenimiento de grandes barcos a reformarlos. Hoy, diez años después, la compañía recoge sus frutos. La empresa tiene como clientes preferentes a las grandes navieras. Desde Royal Caribbean a Carnival, además de la Celebrity Cruises y la Disney Cruises son clientes habituales de los astilleros gaditanos. Navantia logró el pasado verano amarrar un acuerdo con la Royal Caribbean para mantener y reparar en Cádiz a su flota caribeña durante los próximos dos años. Un total de 37 reservas de dique están apuntadas en la agenda de la compañía. Este martes ha entrado en el astillero gaditano el ‘Freedom of the Seas’, de Royal Caribbean, mientras que la semana pasada hizo lo mismo el ‘Celebrity Silhouette’, de la Celebrity Cruises, en la factoría de Puerto Real.
El carrusel de reformas de cruceros sigue adelante sin bajar el listón de las varadas tradicionales que ya estaban concertadas con mercantes y plataformas. Navantia supo entonces diversificar el negocio como lo está haciendo ahora con el sector offshore. Las dificultades para hacerse con alguno de los concursos internacionales de construcción naval, en estos momentos puja por cuatro, han llevado a la compañía a poner el punto de mira en las energías renovables. En tan solo cuatro años se ha hecho proveedor preferente de Iberdrola para los parques eólico-marinos que la eléctrica española promueve en Europa.
En estos cuatro años ha construido dos subestaciones eléctricas -espera la adjudicación de la tercera- y más de un centenar de jackets para estos complejos. A falta de encargos de barcos buenas son las obras de reparación de cruceros y también valen los proyectos offshore. Los sindicatos no están muy de acuerdo con esta filosofía, ya que insisten en que la génesis de un astillero es la construcción de barcos, pero qué se puede hacer cuando esos encargos no llegan. Es evidente que la diversificación de la oferta ha dado sus frutos y, por ahora, Navantia se mantiene a flote sin construir barcos. Todo apunta a que este año, el Ministerio de Defensa español resolverá la adjudicación de dos ferrys para el transporte de tropas y el séptimo BAM.
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