EL APUNTE
Navantia, un «socio fiable» y de excelencia
La botadura de la cuarta corbeta saudí en la factoría de San Fernando sirve también para reinvindicarse como grandes profesionales de la industria naval
Este sábado, a las 16.20 horas, el astillero de Navantia en San Fernando acogía la botadura de la cuarta corbeta encargada a la factoría gaditana por Arabia Saudí. Al acto acudían el comandante de la Marina Real Saudí y el presidente de la compañía ... española, entre otras personalidades. Y este acontecimiento, que da fin a un trabajo de meses, podría ser una botadura más, pero no lo es. ‘Jazan’, que lleva ese nombre en homenaje a una ciudad del suroeste de Arabia Saudí, es la cuarta de las cinco corbetas que han dado respiro a la factoría gaditana y, por extensión, a los astilleros de la Bahía. El contrato que forma parte de un programa de colaboración entre Navantia y Arabia ha supuesto una carga global de siete millones de horas que supone unos seis mil puestos de empleo en cinco años. La cifra, que por sí misma sorprende, es muy importante para el mantenimiento, presente y futuro, de la industria naval de la provincia. Y no es para menos si se tiene en cuenta los resultados que da en unos momentos económicos muy complicados. Antes, y más aún después de la pandemia.
En la ceremonia de botadura, que se pudo seguir además por internet, el presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, resaltó el compromiso que su compañía tiene con este programa, calificándolo de «estratégico». Aseguró que desde Arabia pueden seguir contando con los trabajadores de las factorías españolas, y en este caso, de las gaditanas, para crear y cuidar sus buques. Es más, Domínguez quiso reinvindicar la alta tecnología que están empleando lo que les hace más rápidos y eficientes.
Es decir, se mostró competitivo. Porque en un mercado como el naval o el industrial o el aeronáutico no solo hay que ser buenos, sino que hay que intentar siempre ser los mejores. Los contratos se ganan según la excelencia que se demuestre y eso es fundamental para que todos los puestos de trabajo puedan continuar ante un mercado que cada vez esta más reñido y es más difícil. De ahí que hablara también de fiabilidad. Confianza en las manos que trabajan en las factorías gaditanas que llevan décadas desarrollando y evolucionando para poder seguir en su actividad. Que siempre han demostrado que son grandes profesionales, que su historial de años así lo avala y que son capaces de reinventarse según vayan marcando las pautas del mercado si así es necesario. Por tanto, hay que dejar a un lado otro tipo de consideraciones y sentirse orgullosos de que de las factorías gaditanas salga progreso y excelencia.
