El Apunte - OPINIÓN
Cádiz es mucho más
El torneo de Polo de Sotogrande, de relevancia mundial, pasa desapercibido para muchos gaditanos
Cádiz es mucho más. ¿Qué qué? Que lo que piensa el propio gaditano. La singular complejidad de esta provincia provoca que esta tierra, ya de por sí pequeña, quede fragmentada en tres porciones perfectamente visibles. El marco de la Bahía con la Janda, Jerez y su campiña, y el Campo de Gibraltar como si fuera un estado independiente. Pero no hace falta cumplimentar el pasaporte ni utilizar el visado para moverse entre estas fronteras imaginarias, por más que lo suponga el gaditano ‘cañí’ de cualquiera de los tres sectores.
Miles de aficionados vibran cada domingo con su Cádiz CF, como antes lo hacían otros tantos con el Xerez Deportivo, y no faltan a su cita los fieles del Sanluqueño, San Fernando, Algeciras, La Línea, Conil y un largo etcétera. Fútbol, fútbol, todo fútbol, y salvo en la capital, tras seis años de penuria, de paupérrimo nivel. Sólo un club profesional.
El resto de disciplinas resultan eclipsadas y el mérito queda sepultado por la realidad económica. Sin apoyo el deporte, como cualquier otra actividad, languidece.
Entonces sorprende al comprobar que dentro de los límites de esta región se puede disfrutar de un deporte de altísima calidad, pasión de británicos y argentinos, generador incombustible de ilusiones y dinero. Este último mes se ha disputado en el Santa María Club de Sotogrande (en San Roque, para el zoquete en geografía) un torneo internacional de polo donde han brillado sus rutilantes estrellas mundiales.
Jugadores reconocidos a nivel internacional, que recorren el mundo con la fuerza de unos fortísimos patrocinadores, han ofrecido un espectáculo de máximo nivel en esta misma Cádiz plañidera que tanto se lamenta de su suerte. ¿Un deporte elitista? Pues entradas libres y gratuitas con excepción de las finales, mientras que en Segunda B se han llegado a pagar hasta 50 euros para ver auténticos esperpentos . Y una imagen nítida que se exporta a Argentina, a las islas británicas y a la tierra de los petrodólares (ayer a través de ESPN), que luego repercute en ese turismo de calidad que tanto de ansía.
Cádiz es más, mucho más que Carranza y Chapín, que caballos y caballas, que sol y playa, que paro y precaridad, que levante y poniente. Que fútbol. Cádiz también es Sotogrande, con sus viviendas de lujo, sus yates, sus deportivos, su riqueza... y su torneo de polo. Un lujo al alcance del gaditano y que se niega siquiera a apreciar.