El momento crítico

Desde este rincón tan al sur se observa este acontecer con el miedo de ver como el fantasma, voraz en el centro , ya asoma por estos lares. No es consuelo, pero los datos de contagiados en la provincia son un mínimo rayo de esperanza. La cadencia es menor en comparación con el resto de regiones, incluida las hermanas andaluzas. Contrasta con los casos graves que se empiezan a acumular en las UCIs de los diferentes hospitales de referencia de la Bahía y el Campo de Gibraltar . Justo cuando se alcanza el pico, la batalla se librará en estas unidades de cuidados intensivos, con la necesidad de que no se colapse el sistema sanitario y se pueda atender a todos los pacientes con el máximo de garantías. Un hecho que variará enormemente el grado de mortalidad de dicha enfermedad.

Serán días duros, y lo avanzaba el presidente del Gobierno como quien ofrece un discurso en tiempos de guerra. Porque es tal cual, aunque el enemigo se presente invisible. Se sumarán brotes en aquellos lugares donde la presencia del Covid-19 es más peligrosa, como las residencias de mayores y los propios hospitales , donde los profesionales pagarán el no haber contado con los equipos adecuados ni los protocolos acertados desde el inicio. Habrá que ver el impacto real de la llegada de visitantes de otras ciudades que se desplazaron a sus segundas residencias en territorios costeros antes de la proclamación del Estado de Alarma. Esa algarabía propia de la inconsciencia más que del egoísmo . Marginado y superado esto, Cádiz emerge como ejemplo de seriedad, respeto y responsabilidad en un momento crítico, donde los ciudadanos volvieron a demostrar estar por encima de sus dirigentes y los estereotipos.