Menos palabras y más hechos
Vecinos y oposición ya temen que la Edusi haya servido más para el autobombo que para mejorar los barrios
Cuando en octubre de 2016 los periódicos publicamos que Cádiz había quedado fuera de la primera convocatoria de los fondos Edusi , se produjo un fenómeno singular. Pese a las primeras críticas al equipo de Gobierno por no haber presentado correctamente los proyectos ... para este paquete de ayudas de la Unión Europea (que éste justificó en la bisoñez del equipo de Gobierno), todos los agentes de la vida pública gaditana se propusieron arrimar el hombro para que en la segunda criba estos fondos llegaran. Tras unos meses en los que se llamó, en el tiempo de descuento, a la participación ciudadana, en mayo de 2017 se produjo la ansiada noticia de que finalmente se invertirían en la ciudad 15 millones, que irían fundamentalmente a barrios con graves problemas como el Cerro del Moro, Loreto, Puntales, La Paz, Guillén Moreno o Segunda Aguada.
Quien conozca un poco al equipo de Gobierno puede imaginarse (o simplemente hacer un ejercicio de memoria) cómo se arrogó los méritos de la consecución de estos fondos y cómo llenó el discurso con las grandes palabras que adornan las alocuciones de la coalición de izquierdas cada vez que se refiere a algún aspecto de la vida de la ciudad. Palabras que llenaron de esperanza a unos vecinos que veían cómo sus condiciones de vida podían mejorar en unos años merced a los proyectos que Kichi y su equipo se encargaron, puntualmente, de ir promocionando.
Sin embargo, quien conozca un poco al equipo de Gobierno puede imaginarse (o simplemente informarse como en el reportaje que hoy publicamos en estas páginas) que las palabras no han venido sustentadas por el insobornable dictado de los hechos. Una vez más, la grandilocuencia de los discursos y las proclamas es un castillo en el aire que se disipa ante la incontestable realidad de que tres años después de la aprobación de los Edusi las obras son prácticamente inexistentes.
Los vecinos, privada o públicamente, ya empiezan a mostrar su decepción ante los retrasos que se están acumulando en los proyectos. La oposición va un paso más allá y teme que, como ha sucedido en otras ocasiones, la extrema lentitud municipal pueda desembocar en una retirada de los fondos. Cádiz no podría permitírselo, menos en un contexto como el actual. La ciudad precisa, en este aspecto también, de un equipo de Gobierno que le dé menos al pico y más a la pala.