Los medios, en peligro
La crisis amenaza con llevarse por delante a un sector esencial en el equilibrio democrático
La crisis sin precedentes que estamos atravesando tiene una serie de peculiaridades que han hecho de la información el eje nuestras vidas. El ataque del coronavirus ha obligado al confinamiento de las poblaciones, que se nutren de esa información que les proporciona el sistema mediático, ... que se ha vuelto esencial para coordinar el esfuerzo colectivo frente al contagio, a la vez que es la fuente de referencia para entender lo que está pasando, algo esencial para obtener la colaboración social y evitar el pánico. De hecho, desde que se desató la pandemia en nuestro país, el consumo de medios de comunicación se ha multiplicado, lo que confirma la tesis de que sin esta estructura mediática que sostiene, alimenta y vertebra la opinión pública, no tendríamos verdadera posibilidad de elección. La aparición de las modernas tecnologías de información ha cambiado la estructura del sistema mediático, que ha debido adaptarse a los nuevos soportes. Como en anteriores procesos de innovación al irrumpir sucesivamente la radio y la televisión, los nuevos medios no desplazan a los viejos sino que unos y otros se reparten el mercado según sus características y peculiaridades.
La prensa escrita , que ha debido adaptarse a la aparición de la prensa ‘online ’, está precisamente ahora sedimentándose. Lógicamente, ante la situación excepcional que estamos atravesando, y que ha provocado un extraordinario incremento de la demanda de medios en todas sus variantes, se han interrumpido los procesos de comercialización e incluso se han abierto al público en general los periódico. Se da así la paradoja de que los medios juegan un papel destacadísimo en esta amarga experiencia que nos toca vivir, pero al mismo tiempo se ha producido una caída en picado de la publicidad –que es de la que viven todos los medios– sin que se haya podido consolidar el nuevo sistema de pago que estaban ensayando. Quiere decirse que el sobreesfuerzo coincide con una caída brutal de la financiación, que puede llegar a comprometer a los periódicos y radios.
Las diversas asociaciones han advertido del riesgo de esta situación. Fernando Yarza, presidente de la Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticias, ha advertido de que «si no se articulan ayudas, va a ser un tsunami y una tragedia para la democracia». Antonio Fernández-Galiano, presidente de la Asociación de Medios de Información (AMI), ha señalado que «la crisis de liquidez puede llevarse al sector por delante». Si eso sucediera, no perderían sólo algunas empresas y unos miles de trabajadores. Perdería la sociedad.
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