Las mayores cuentas para el mayor reto
La Diputación maneja las cifras más amplias de su historia para afrontar el ineludible compromiso de la recuperación y el empleo, sin excusas
Salvo por un mandato, entre 2011 y 2015, los socialistas gaditanos siempre han tenido el privilegio y la responsabilidad de dirigir la Diputación Provincial en democracia. Son casi 40 años de gobierno en la institución provincial y, salvo esa tregua con el PP, del PSOE ... son los deméritos y méritos al frente de un ente encargado, nada menos, de dar servicios de todo tipo a los municipios de menos de 20.000 habitantes que no pueden abastecerse por sí mismos. Les faltan infraestructuras, personal, recursos económicos, material... Es decir, es una herramienta creada para atender, para equilibrar, la ‘España vaciada’ muchísimo antes de que ese término fuera acuñado, antes siquiera de que comenzara a vaciarse (algo que ya empieza a suceder en la Sierra y en otras comarcas). Si en algo coinciden los dos partidos que han tenido la presidencia de la Diputación desde la llegada de la democracia es que las diputaciones, dada la situación de muchos municipios, son necesarias. Lo que no resulta tan necesario es la mala gestión. Cuando la crisis pandémica e inesperada va camino de cumplir los dos años, los responsables de las cuentas de la Diputación tienen que mostrar su mejor capacidad, su mayor sensibilidad y talento, si los tuvieran, para hacer los malabares precisos y obrar el prodigio de la recuperación.
En esta situación tan compleja, el equipo de Gobierno provincial ha hecho públicas sus terceras cuentas en este mandato. Están dotadas con la cifra más alta de su historia: 323 millones. A cambio, están creadas para afrontar el mayor reto que han conocido todas las generaciones: recuperar los niveles de producción, servicios, consumo y actividad previos a febrero de 2019, cuando llegó la epidemia más grave, la única global, en un siglo. Números históricos para un desafío sin precedentes desde la posguerra y la Transición. Asegura la presidenta, Irene García, que el empleo es la prioridad pero eso lo hemos oído demasiadas veces en la tierra del paro y ahora toca que sea realidad. La recuperación de la actividad es el horizonte. La optimización de políticas fiscales y los esperados fondos europeos permiten incrementar inversiones y esfuerzos. Los socialistas tienen casi 40 años de experiencia pero esta vez no tienen margen de error. No saber aprovechar el impulso y la necesidad supondría un desastre colectivo.
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