Más mano dura para una lucha que no acaba
El Día de la Patrona de la Guardia Civil sirve de reconocimiento pero también de reinvidicación. Piden más medios
No habla cualquiera. Quien lo dice es una voz totalmente autorizada para llamar la atención sobre lo que conoce, para lo que trabaja a diario y además dirige. El coronel jefe de la Guardia Civil de Cádiz, Jesús Núñez, hacía ayer un discurso muy directo ... y reivindicativo con motivo de su gran día, el 12 de octubre, día de la Festividad de la Virgen del Pilar, Patrona de la Benemérita. En ese marco y como siempre rindiendo homenaje a los que forman o han formado parte del Cuerpo, la cita servía además para que el jefe de la Comandancia gaditana lanzara una llamada de advertencia sobre la falta de medios que siguen teniendo en la lucha contra el narcotráfico y, sobre todo, pedía «con urgencia» una mayor contundencia legal y un endurecimiento de las penas para que la lucha que ellos batallan de manera constante pueda tener un final más adecuado a los delitos que los traficantes cometen. Necesitan de ese apoyo y así lo quiso dejar claro.
El coronel puso de ejemplo varias circunstancias en las que a menudo los agentes que investigan y persiguen a estos narcos se sienten desasistidos una vez que los detienen y los entregan a las fuerzas judiciales. Hablaba Núñez de que pueden seguir aprehendiendo miles de litros de combustibles destinados a las narcolanchas pero que siempre queda en simples sanciones administrativas, o que las condenas a los traficantes y proveedores de marihuana se enfrentan a penas mínimas que les llegan a resultar incluso rentables a éstos para los beneficios que obtienen con sus cultivos de droga.
De ahí que ese trabajo y la labor que desarrollan durante meses para poder engrilletarlos y llevar las pruebas ante un juez o un fiscal puedan resultarles infructuosas y, a menudo frustante, si ven como al final estas personas salen impunes -muchos se declaran insolventes- o pagan fianzas con dinero obtenido del blanqueo o se les condena a penas que les dejan en libertad al poco tiempo. Por tanto se hace necesario que la lucha no sea solo de las fuerzas policiales, sino que esta labor vaya acompañada de un endurecimiento penal que haga que la tarea contra el delito que desarrollan con esmero y esfuerzo tenga un desenlace más contundente contra quien no respeta ni a la autoridad, ni a la ley.
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