La lucha real de las pioneras del feminismo
Desde Cádiz y con verdadero compromiso y valentía muchas mujeres batallaron por la igualdad en momentos en los que no era nada fácil hacerlo
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Lo primero que hay que sentir cuando se lucha por algo es compromiso, realidad, base. Criterio. Eso es lo que se necesita para sentar los pilares y saber exactamente por qué alzas las voz y por qué eres capaz de enfrentarte a quien no piensa ... como tú o crees que actúa de forma injusta y así tener los principios suficientes para hacerlo. Aquí no valen postureos ni discursos sin fondo o de eslóganes vacíos. En la igualdad el mensaje tiene que ser directo porque cuanto más se cree y se sabe de ello más se puede hacer en su lucha. Además de predicar con el ejemplo. Y eso es precisamente lo que han vivido las verdaderos pioneras de esta lucha. Con experiencia. Han batallado cuando era más complicado hacerlo ya que desde sus propias asociaciones han vivido cómo ha sido la evolución real de la conquista de los derechos de la mujer porque ellas mismas han sido promotoras y parte de dicha conquista.
Este 8 de marzo vuelve a celebrarse el Día Internacional de la Mujer y, como cada año, las mujeres saldrán a la calle para reivindicar la igualdad real entre sexos. Aunque este día fue declarado como tal por las Naciones Unidas en el año 1975, en Cádiz ya había asociaciones que se convirtieron en pioneras del feminismo porque ya luchaban por esa igualdad. Así lo contamos en nuestra edición de hoy. Esas mujeres fueron las que pusieron los primeros pilares, en una época, como decimos, en la que muchas de ellas no habían accedido ni siquiera al mercado laboral y en la que la sociedad era mucho más machista.
Cuentan desde las asociaciones Amas de Casa Virgen de la Paz y Mariana Pineda de Cádiz historias de aquellos tiempos que ahora nos podrían resultar anécdotas curiosas pero que ocurrían y eran verdad. Como que las mujeres que iban a los cursos que organizaban llegaban al local donde se impartía acompañadas de sus maridos que además las recogían porque tenían que saber dónde iban. Y como esas, cientos. Pero ellas no dieron ni un paso atrás. Es más. Dieron muchos hacia adelante. Así que hay que agradecerles esa labor que fue una lucha real, de igualdad, y de mensajes siempre positivos y no de enfrentamiento.