Llueve paro sobre parados
La evolución, tan negativa como previsible, en 2020 ahonda en las carencias de un mercado laboral históricamente dañado en la provincia
Resulta complejo establecer la evolución del desempleo entre los nacidos y residentes en Cádiz, dada su trayectoria histórica respecto al mercado laboral. La relación de la provincia con el desempleo es tan larga que tiene matices casi de tradición entre sus habitantes. Ya no sabemos, ... en esta parte del mundo, cuando estamos bien y cuando estamos peor, tras tantos años ocupando el farolillo rojo en Europa y España. Tras casi un año, casi diez meses ya, de la pandemia que ha cambiado nuestras vidas nos hemos visto expuestos a una situación desconocida para casi todos. Pero con todos los matices y precedentes que introduzcamos, es inevitable pensar que dejamos atrás el año más duro también en materia laboral. Y lo peor es la percepción generalizada de que lo más difícil está por venir. Partimos de la base de que el empleo en la provincia durante el histórico 2020, año uno del coronavirus, muestra un deterioro tan previsible como muy preocupante. Registra la mayor subida del paro en doce meses de los últimos doce años. Rebasa ampliamente el dato interanual de los peores momentos de la crisis financiera registrada entre 2008 y 2012.
Se han superado los datos del último de esos años malditos, pero no tanto en comparación, cuando creció la cifra de parados en la provincia en más de 12.000 personas en sólo doce meses, a los que hay añadir a otros tantos que siguen sujetos a ERTE, con seria amenaza de perder una letra y pasar directamente al paro antes de que 2021 llegue a la mitad de su duración. Con todo, diciembre acaba con la tercera subida consecutiva desde octubre. Este dato resalta la situación en la que se encuentra el mercado laboral gaditano, que no ha podido generar empleo de forma notable ni siquiera en el periodo veraniego que tradicionalmente mejoraba las cifras. Con el sector servicios en desplome, ningún apartado de la economía gaditana es capaz de tirar de las cifras, de las familias, como en otros ejercicios. Ni siquiera la construcción y la agricultura, menos dañadas, son capaces de superar la depresión colectiva. La conclusión es que la provincia vuelve a figurar entre las cinco con más desempleados de España en 2020. La desgracia es que ha sido así durante los últimos 30 años y nada indica que vaya a dejar de serlo en los próximos 20.