Una limpieza de pega
La situación de urgencia que vive la ciudad en materia de limpieza, obliga a buscar una solución inmediata
La suciedad se ha incrustado en Cádiz y no hay manera de que salga de una ciudad, que llevaba seis años sin que se adjudique el contrato de limpieza. El equipo de Gobierno, acorralado por la situación, tuvo que aceptar ayer en el Pleno el ... plan de choque propuesto por el PP para reforzar la limpieza general en toda la ciudad durante los meses de julio y agosto. En una situación de crisis, hasta la trinchera enemiga parece buena para frenar el golpe. Es un parche momentáneo, pero la situación continúa siendo caótica y arrastra una rémora que invita al pesimismo. En la sesión plenaria del viernes se aprobaba la petición de documentación a la empresa Valoriza para continuar con el proceso de adjudicación del contrato de limpieza viaria y recogida de residuos sólidos urbanos en la capital gaditana. Podría parecer que se da un paso adelante, pero la empresa Cointer, a la que se rechazó su oferta por la «inviabilidad económica», ha vuelto a presentar un recurso contra el procedimiento que lo podría prolongar aún más en perjuicio de la ciudad y de los gaditanos.
Tal despropósito está provocando que los gaditanos sufran un servicio deficiente, ya que «no hay barredoras, el material no es ni adecuado e insuficiente, los baldeos son invisibles haciendo que Cádiz este sucia. Esa es la realidad», tal y como denunció la concejala del PP, Carmen Sánchez. La suciedad se ha hecho dueña de la ciudad ante la pasividad e improvisación de un equipo de Gobierno que ha hecho oídos sordos a las protestas vecinales y se ha tapado la nariz ante el mal olor, que produce la acumulación de basura en contenedores y papeleras, y que conlleva la aparición de roedores y cucarachas.
Cádiz no merece que esta situación se perpetúe en el tiempo. Ya son demasiados años soportando las consecuencias de la mala gestión en materia de limpieza. Tanto los gaditanos como los muchos visitantes que tienen previsto pasar unos días este verano en Cádiz, se merecen una solución inmediata. Pero especialmente los primeros, que soportan y pagan por un servicio que no se le presta.
Ya no es cuestión de bandos, colores e ideologías. Se trata de conseguir que Cádiz deje de parecer que está abandonada a su suerte, para volver a coger brillo.