La industria como esperanza

La reactivación del CFA supone la confirmación de que el futuro empieza a construirse en el presente, incluso en el más difícil

La euforia contenida, la esperanza prudente y condicionada, que ha provocado el anuncio de las cercanas vacunas contra la pandemia que nos asola ha sido evidente en las bolsas, en las empresas asfixiadas, pero también –de forma mucho más discreta– en las familias y en ... las conversaciones, distanciadas, de amigos. Esa sensación confirma lo necesitados que estamos de buenas nuevas tras una sobredosis de muertes, enfermedad, temor al cierre, la ruina y el desempleo. Confirma, también, que el futuro empieza siempre a construirse en un presente. Que todo mañana empieza por algún hoy. Que no podemos pararnos por más motivos que tengamos para el temor y el desánimo porque las circunstancias serán peores entonces. El anuncio realizado ayer por la Consejería de Industria y Universidades de la Junta de Andalucía puede incluirse en ese camino de recuperación que empieza en lo peor de la depresión. Este organismo ha previsto una partida de 16,5 millones de euros en los presupuestos autonómicos de 2021 para el desarrollo del Centro de Fabricación Avanzada (CFA) en Cádiz. Este proyecto se llevará, nada menos, el 77% de la inversión global planteada por la Junta para este espacio de alto rendimiento enmarcado en la ITI de Cádiz.

La noticia gana más relevancia por cuanto esta iniciativa tiene por objetivo impulsar, alentar y alimentar a las empresas vinculadas a dos sectores clave en la economía de la Bahía de Cádiz y de toda la provincia: el aeronáutico y el naval. Ambos tendrán ahora un nuevo espacio para avanzar en I+D+i, es decir, en investigación, en innovación tecnológica. Esa faceta debe definir su capacidad de competir a nivel internacional en el futuro. Mientras otros mercados apuestan por los bajos costes, los precios ínfimos y las malas condiciones laborales de los trabajadores, las plantas gaditanas deben distinguirse por su calidad, su fiabilidad y su capacidad de innovación, sin olvidar que ofrece los máximos índices de cumplimiento de plazos.

La Junta desbloquea de esta forma un proyecto que llevaba casi un lustro paralizado y lo hace de la mano de empresas aeronáuticas, ingenierías, consultoras y fundaciones. Todos, ahora en los tiempos duros, se han propuesto trabajar para optimizar los recursos humanos y materiales necesarios para ofrecer unos productos, unos servicios, excelentes en la punta de lanza de la industria gaditana. Una buena noticia en tiempos oscuros.

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