La industria auxiliar como síntoma
Las movilizaciones vividas ayer en el puente Carranza recuerdan otras etapas de conflictividad y actualizan la difícil situación del sector
Nunca ha cesado en esta parte de España, en este rincón de Europa. Pero cada gran golpe, a escala mundial, tiene un grave impacto a escala provincial y regional. Cuando es un colapso del sistema bancario con origen en las hipotecas-basura como cuando es ... una recesión del consumo sin precedentes por causa de una alarma sanitaria desconocida desde hace un siglo. La conclusión es que el drama del paro vuelve a golpear con virulencia a la Bahía de Cádiz . Las protestas, cuestionables en la forma, de la empresa auxiliar del sector del metal registradas ayer en el puente José León de Carranza son una muestra de una dolencia mucho mayor, casi colectiva. No por esperadas desde el pasado mes de marzo, estas movilizaciones provocadas por el temor son menos dramáticas, pues vienen a demostrar que la provincia de Cádiz sigue sin tocar fondo en cuanto a destrucción de empleo se refiere. El caso de las empresas auxiliares de los sectores naval y aeronáutico es especialmente grave. Se trata de firmas de tamaño medio, dependientes de grandes compañías, referentes del tejido industrial gaditano. Sin embargo, la crisis le ha cogido de pleno –como a tantas otras empresas– especialmente en el caso aeronáutico y ha llevado a presentar un Expediente de Regulación de Empleo que contempla despidos. Si las grandes empresas tienen esos problemas, las que viven en su órbita se descomponen. Sus trabajadores lo saben y de ahí el corte del viejo puente vivido en la mañana de ayer.
Las respuestas son tan diversas como complejas. Probablemente, partan de carencias en el modelo productivo, la concentración en determinados sectores y las fallas en la formación que impiden un reciclaje rápido para atender nuevas demandas. Pero también hay elementos sociales, económicos. Es decir, las empresas tienen que respetar los salarios y las condiciones que contemplan los convenios. Según las plantillas de estas auxiliares, ni sucede, ni las grandes matrices obligan a que suceda. Contar con mano de obra externa, de otros países, causa un gran daño. En este segundo caso, resulta un error competir a la baja en nóminas y protección social. Así que habrá que concentrar los esfuerzos en la formación y en obtener encargos cuanto antes.
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