Inactividad municipal
La falta de convocatorias para cubrir el empleo público en el Ayuntamiento de Cádiz es una de las más graves muestras de su incapacidad
El equipo de (des)Gobierno del Ayuntamiento de Cádiz se ha especializado en violar todos los compromisos que adquiere. Con los ciudadanos, en sesión plenaria o con los colectivos con los que se reúne. Da igual que su representante sea el regidor teórico, José ... María González Santos ‘ Kichi ’, o el alcalde accidental, Demetrio Quirós . La cosa es decir pero nunca hacer. El último ejemplo se ha dado con una materia tan sensible como el empleo público. Los responsables municipales habían anunciado a varios colectivos sindicales que convocarían procesos de selección para cubrir vacantes en la plantilla , algo que no había sucedido en todo el año anterior. Sin embargo, a este aciago 2020 le quedan apenas 75 días hábiles y esa promesa no está sobre la mesa de trabajo ni se le espera en las pocas semanas que quedan antes del periplo navideño. El incumplimiento, bien por dejadez o desinterés, bien por incapacidad, supone dejar de invertir 1,3 millones de euros en puestos de trabajo de titularidad municipal justo cuando más necesario es sostener el tejido laboral y social. Especialmente grave es la situación en la Policía Local, donde los representantes califican de «imprescindible la aprobación de esta oferta de empleo público y de todas estas plazas ya que vendrán a paliar la carencia de personal que sufrimos» además de la creación de puestos de trabajo, tan prometidos, reclamados y necesarios en una ciudad con altos índices de desempleo.
Cualquier administración pública bien puede funcionar indefinidamente por la propia inercia, por interinidad, bien puede aspirar a cubrir su plantilla con el personal necesario, cualitativa y cuantitativamente, para responder a los servicios que le reclaman, y pagan, los ciudadanos. La provisionalidad del Gobierno local de Cádiz es asombrosa. Ya dura más de cinco años y siempre hay una excusa para cada retraso, para cada negligencia, para cada inacción. Cada responsable técnico de cada departamento se ve atado de pies y manos. Es por eso que surgen situaciones tan lamentables como la falta de convocatorias para cubrir las vacantes o la escasez de efectivos de la Policía Local . Entre los actuales concejales nunca hay oídos para atender las reclamaciones de los distintos colectivos ni manos para ordenar y firmar los documentos necesarios.El tiempo y la energía se van en proclamas.
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