Lo que importa para Podemos

El cambio de nombre de la Avenida pasará a la historia como la acción más rápida del equipo de Gobierno

Busto de Juan Carlos I con la placa eliminada N. Frade

Después de cinco años en el poder, el alcalde de la ciudad, José María González , debe pensar que Cádiz es una especie de Arcadia donde ya no hay ningún tipo de problemas. Los ciudadanos, felices y laboriosos, no tienen esos problemas de ... desempleo y precariedad que arrastraban durante la época preKichi y el mantenimiento de la ciudad es una joya que causa la envidia de las principales capitales del mundo. Sólo con este ingenuo pensamiento podría explicarse el hecho de que ya ayer se retirara el nombre del rey emérito, Juan Carlos I, de la hasta hace unos años avenida homónima. Frente a los niveles de paro, una falta de limpieza que abochorna a los vecinos y la peor pandemia que ha azotado Cádiz en el último siglo, el equipo de Gobierno de Podemos y sus escuderos de IU vuelven a demostrar cuál es su prioridad en la ciudad: generar división y llevar la ideología sectaria hasta sus últimas consecuencias.

El Pleno aprobó el pasado viernes una de las medidas que con más vehemencia ha defendido el entorno del alcalde en redes sociales: el cambio de nombre de la avenida resultante del soterramiento de la vía del tren. La medida salió adelante gracias al acostumbrado silencio cómplice del PSOE y pese al rechazo del resto del arco plenario. Teniendo en cuenta que sábado y domingo no son días útiles en la administración local, se puede decir que el equipo de Gobierno ha tardado tan sólo unas horas en dar cumplimiento a la medida, lo que da una idea bastante aproximada del grado de importancia que se le otorgaba en los despachos de San Juan de Dios.

La piqueta condenó ayer al olvido en el nomenclátor al rey emérito, cuyo papel clave en la transición española parece molestar a cierto sector de la izquierda, más preocupado en conseguir que las heridas sigan abiertas que en buscar que cicatricen con políticas eficaces y cercanas a las necesidades reales de todos los ciudadanos.

La manera en la que se ha actuado, con prisas y con la alevosía del último día de agosto, pone más en evidencia qué modelo de gobierno tiene en mente el equipo de González Santos, en el que la gestión de lo público y la búsqueda de inversiones para que Cádiz abandone el furgón de cola del empleo y las oportunidades quedan en un segundo, tercer o cuarto plano ante la posibilidad de reescribir la historia de la ciudad en nombre de una ideología.

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