Una igualdad de hechos y no de pancartas
La Junta de Andalucía ha ofrecido su receta para lograr una igualdad efectiva: trabajo y protocolos claros en lugar de gritos y palabras vacías
Uno de los aspectos que más se ha valorado de Juanma Moreno desde que llegó a la Presidencia de la Junta de Andalucía es que es poco dado a la estridencia e, incluso, a la grandilocuencia en los discursos. Su seña de identidad ha sido ... la practicidad por encima de la ciega ideología y de los discursos vacíos. Muestra de esa manera de conducirse en política de Juanma Moreno es la campaña ‘Andalucía en mujer’, por la que se busca pasar de los lemas «a las políticas reales».
Y es que la receta para luchar contra el machismo de la Junta es trabajar con medidas claras. Así, se ha buscado la creación de un marco común que orientará a los distintos órganos y empresas de la Junta e, incluso, a las propias universidades. Hoy se presenta el Plan Estratégico para la Igualdad de mujeres y hombres que se fija en el horizonte de 2028. Éste es más que el acostumbrado pastiche de proclamas, es una hoja de ruta común a todos los poderes públicos de Andalucía para hacer frente «a las desigualdades y discriminaciones aún existentes en la sociedad», según indicó ayer la delegada de Igualdad, Ana Fidalgo.
El 8M se había convertido, todavía lo es en parte, en una exhibición constante de demagogia, en la que lo fundamental era el lema más epatante, el grito más estentóreo o la reivindicación más estrafalaria. Se agradece que desde la Junta se haya optado por poner las necesidades por un feminismo real negro sobre blanco y se hayan buscado las maneras de articular la problemática de la mujer sólo por el mero hecho de serlo.
Algo sobre lo que han insistido tanto Fidalgo como la asesora del Instituto Andaluz de la Mujer en Cádiz, Ana Mañueco, es que la lucha por la igualdad compete a todos porque afecta a todos, aunque sean las mujeres y niñas las que más sufren los efectos del machismo. En este sentido, desde la Junta de Andalucía se ha puesto el acento en trabajar en lo que se ha venido a llamar las ‘masculinidades igualitarias’. Es por eso que para la celebración de este 8 de marzo llaman a la colaboración de la sociedad en su conjunto, sin trincheras ni dejar a nadie fuera ni en hacer una competición de lemas. Porque en la lucha por el feminismo todos somos responsables.