La igualdad de género traicionada
Fabricar polémicas o impulsar medidas absurdas es faltar al respeto a las mujeres que necesitan ayuda real en la lucha contra el machismo
El Ayuntamiento de Cádiz parece empeñado en ridiculizar las necesarias actuaciones contra el machismo y convertir en una caricatura medidas que debieran aplicarse allí donde existen discriminaciones reales, cotidianas e injustas. La última prueba es la petición de un informe a la Fundación Municipal ... de la Mujer en septiembre para que estudiara si la sustitución de unas pasarelas de madera sobre las dunas de Cortadura «garantizaba la equidad de género con una mirada feminista». Así de triste. Así de burdo. Un informe sobre si las pasarelas son o no feministas. Podría ampliarse el estudio a las papeleras, las marquesinas o las farolas. Con este gesto, el equipo de Gobierno demuestra cómo llevar su política infantiloide a las instituciones públicas, cómo complicar la gestión con medidas absurdas que son necesarias en otras áreas de la vida administrativa, aunque argumenten que se trata de un trámite necesario.
Con este tipo de gestos descacharrantes se falta al respeto, en primer término, a las mujeres azotadas por el machismo que necesitan ayuda cierta y a diario. Tampoco cabe asombrarse ahora. Los complejos ideológicos y los gestos grandilocuentes –a los que es tan dado Podemos o Adelante/Ganemos– son las piezas de un motor incansable a la hora de producir sectarismo. Un apartado tan sensible como la atención a las mujeres (desfavorecidas en lo social o en lo económico o víctimas de la violencia machista) es uno de sus campos abonados. Se trata de hacer ver que nadie más que ellos velan por la igualdad de género y si para mantener el fingimiento hay que caer en la memez, se cae. La Fundación de la Mujer del Ayuntamiento de Cádiz sólo ha tenido resonancia en los últimos cinco años por gestos relacionados con polémicas histriónicas, manipuladas o partidistas: unos cursos para mujeres desfavorecidas que incluían técnicas sexuales que no parecían ajustadas a la búsqueda de empleo; la eliminación del busto de una feminista histórica, la ausencia de gerente desde la dimisión de la anterior, trabas a un profesional que cuenta con el respaldo de las asociaciones de afectadas, purgas políticas... Y un informe sobre si una pasarela es machista o se ajusta al respeto a la mujer. Todo seguido, conflicto tras conflicto. Imposible hacerlo mejor para desprestigiar y vaciar de contenido una fundación tan necesaria.