La hora decisiva para ejercer como ciudadanos

La jornada de hoy debe ser una fiesta para la democracia y, como tal, todos debemos participar en ella; nos jugamos el futuro de Andalucía para los próximos cuatro años

Urna preparada en un colegio electora. A.V.

Pocas cosas se han repetido más en esta campaña electoral que la palabra «participación». Todos han pedido a sus electores que acudan a la cita de las urnas. Desde Juanma Moreno hasta Teresa Rodríguez, pasando por Espadas, Olonas, Marines y Nietos, se ha insistido en ... la necesidad de no quedarse en casa, de ir a dar muestra de la voluntad con el poder de la papeleta. Es curioso, todos están convencidos de que una mayor participación les beneficiará. Y no yerran. Una participación alta beneficia a la democracia, beneficia a la sociedad y, por ende, nos beneficia a todos. Porque sólo sabiendo qué quieren los gaditanos y los andaluces podrá legislarse de una manera acorde con la sensibilidad de los ciudadanos.

Por supuesto que luego, cada cual, votará en función de su ideología, de sus intereses y de sus miedos. Los seis principales partidos en liza han mostrado sus cartas y, aun con las ambigüedades acostumbradas de los profesionales de la política sobre pactos y alianzas futuras, han dado a conocer en qué se centrarán cuando lleguen al poder. En las páginas de este periódico (y en las del resto, o como quiera que se haya informado usted) habrá podido ir viendo los programas y conociendo las intenciones de los candidatos. Ahora es el momento de que ellos callen y de que hable usted, como ciudadano, con las elocuentes papeletas.

Mañana será el momento de los análisis, de las declaraciones, de las culpas y de las responsabilidades. Pero no olvidemos que será también el momento de la convivencia, de respetar al vecino, al familiar, al amigo, haya votado lo que haya votado. Al fin y al cabo, en eso consiste la democracia: en poder convivir desde la disconformidad, con respeto a los espacios propios y los ajenos.

Pero eso llegará en la jornada de mañana. Hoy, repetimos, nuestra prioridad, nuestra obligación y nuestra conquista como ciudadanos andaluces es acudir a nuestro centro electoral y votar.

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