Dos hombres y un ejemplo

Roca y Herrero de Miñón representan la vigencia de una Carta Magna que ha dado cohesión y prosperidad a España

La entrega del primer premio José Pedro Pérez-Llorca , en el escenario histórico del Oratorio de San Felipe Neri, supuso ayer una celebración del Estado de Derecho que los españoles viven hoy. El reconocimiento a los dos ponentes de la Constitución de 1978 ... que siguen vivos, Miquel Roca y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón. Sus otros cinco compañeros de aquella excepcional aventura política, entre ellos el gaditano que da nombre al galardón, han fallecido. Con el aplauso a ellos, encabezado por el nuevo ministro de Justicia, el gaditano Juan Carlos Campo, se reconoce, reivindica y ensalza la Carta Magna que nos ha dado la mayor etapa de prosperidad conocida nunca en España.

Este logro, revivido ayer en uno de los lugares constitucionales esenciales en la Historia de España, debe servir para reivindicar un país que es prodigioso cuando se une y tiene un propósito de concordia común, sin tentaciones rupturistas, secesionistas y cobardes frente a los que quieren ver a España despedazada. Que la Constitución de 1978 es ejemplar y útil lo celebramos ayer en Cádiz pero lo aprendimos todos los españoles hace ya casi 42 años. Es importante recordarlo ahora, cuando el pulso al Estado del Gobierno catalán, con émulos en País Vasco y Navarra, ha despertado un instinto que durante años ha permanecido hibernando en el interior de miles de españoles.

La amenaza de ruptura que promovieron los nacionalistas catalanes –con un referéndum anticonstitucional, ese golpe a la democracia, y los posteriores incidentes tras la ineludible sentencia– ha hecho saltar ese sentimiento de unidad y fuerza entre los que admiran esa Carta Magna esencial y la idea de una España moderna y plural pero unida. Conmemoraciones como las de ayer se convierten en un grito silencioso en favor de la cohesión de España y su rica diversidad. Las muestras de cariño y agradecimiento a los dos ponentes constitucionales son también un símbolo de esta crisis institucional que vive el país. Son muchos, una gran mayoría y en diversos grupos de opinión y voto, los que sienten un gran orgullo por pertenecer a un país que lleva más de cuatro décadas de convivencia constitucional que tenemos que seguir cimentando entre todos. Las ideologías no son excluyentes y sólo el respeto y el diálogo permitirán seguir adelante. La confrontación y el desprecio hacia quienes no piensan igual son la antítesis de lo que representan Miquel Roca y Miguel Herrero.

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