EL APUNTE
Hacer que ser narco no valga la pena
Parte de la estrategia contra los traficantes es atacarles en las posesiones que consiguen gracias al negocio ilícito: es lo que más les duele y lo más eficaz
Algunos de los que llegan al negocio de la droga lo hacen como última etapa de un descenso social. Otros, porque les gusta la vida muelle que les ofrece. Un porcentaje, por presión de grupo; e, incluso, los hay que lo hacen por la adrenalina ... de estar al otro lado de la ley. Pero a todos les une un denominador común: el objetivo último es el dinero y, obviamente, todo lo que éste puede conseguir por extravagante que sea. Cuanto más, mejor. Es por eso que desde todos los organismos que luchan contra el tráfico de drogas en España en general, y en el Campo de Gibraltar en particular, se han propuesto poner la lupa en el dinero que mueve el narco para, precisamente, poder convertir en inútil su actividad.
Es un flanco más en la lucha contra el tráfico de drogas y demuestra que la estrategia para acabar con este tipo de actividades debe ser global y que debe integrar investigación fiscal, actuaciones policiales, controles aduaneros y campañas de concienciación social sobre los peligros y consecuencias de una actividad que sigue siendo demasiado atractiva para los jóvenes que no encuentran salida laboral. Y para eso se hace imprescindible una apuesta decidida que conlleva, obviamente, una fuerte inversión económica y la dotación de recursos humanos. Los hechos hablan por sí solos: en el momento en que los distintos ministros del Interior se han puesto serios en la lucha contra esta enfermedad que ataca al sur de España, los resultados han ido llegando en forma de decomisos y de detenciones.
La callada labor de investigación que realizan nuestras Fuerzas de Seguridad sobre el patrimonio de los presuntos narcotraficantes y sobre un elevado nivel de vida que no se justifica con ningún ingreso conocido es una de las pruebas de que es más necesaria que nunca la colaboración de todos los sectores para acabar con este tipo de criminales, que gozan a de unos lujos asiáticos a costa de defraudar a la sociedad en su conjunto. La falta de discreción de los narcos a la hora de blanquear sus ingresos se está convirtiendo en su mayor perdición y en el camino más corto para perderlo todo. Con el esfuerzo de todos habrá que conseguir que la actividad del narco acabe por no merecer la pena.
