Un grito de auxilio unánime
La industria es tan esencial en la economía gaditana, la situación es tan dramática, que ayer fue capaz del prodigio: reunir a todos los partidos y a UGT tras una misma idea
Basta una sola imagen para comprender, inmediatamente, la gravedad de la situación: todos los partidos políticos, de todos los signos, de la izquierda a la derecha, todos, aparecieron ayer en la Plaza de España de Cádiz. En un tiempo de radical confrontación política y social, ... en la que la unidad es una utopía, la crisis industrial de la Bahía de Cádiz, de su provincia, consiguió ayer el prodigio de la unanimidad, excepto de CC OO. Tal es la profundidad de la herida. Ante los dirigentes nacionales, regionales y provinciales de UGT, además. Todos, por una vez, coinciden. La provincia está al borde del abismo si se cierran grandes empresas. Ni una sola puede caer . El Gobierno, los gobiernos, todas las instituciones deben trabajar juntas para impedirlo. Sobre todo cuando muchas (Navantia, Airbus...) tienen participación o control público. El efecto en un mercado laboral con taras crónicas sería devastador. El desempleo, siempre doloroso en esta parte del mundo, crearía un efecto dominó letal. Cada vez menos movilidad, menos suministros, menos servicios, menos consumo... La provincia no puede vivir del sector servicios.Al menos, no en exclusiva, porque se acaba de comprobar que es muy vulnerable al miedo, muy cambiante, inestable. Siempre ha quedado claro con el terrorismo internacional. Por si alguien tenía dudas, la pandemia las ha disipado. Vivir del turismo supone esperar que nunca pase nada que asuste a millones de clientes . Y desgraciadamente, suelen ocurrir cosas en este mundo de forma cíclica.
La economía provincial se había acostumbrado a mirar el calendario para valorar si los meses que venían eran de temporada alta, comercial o turística, o de valle. De esa circunstancia dependía un sector servicios que había ganado un peso excesivo en el mercado laboral provincial . El contrapeso industrial es esencial, vital, y consagrarlo de forma exclusiva al sector naval es muy arriesgado. Hacen falta todas y cada una de las grandes y medianas industrias. Ayer fueron todas las voces, a una, las que lo gritaron. A ver si alguien oye el grito de auxilio .