Un gobierno local aplastado por la ideología

El Ayuntamiento de Cádiz emplea casi todo su tiempo y su energía en debates políticos nacionales mientras abandona la gestión local

La ciudad de Cádiz vive una desgracia, entre otras, que muchos de sus vecinos desconocen. Su Gobierno municipal está dirigido por un partido político que ha quedado arrinconado. Está en una posición residual, al borde de la intrascendencia. Es el llamado Anticapitalistas, que ... era una parte de la amalgama que junto a otra media docena de formaciones, engrosó primero la plataforma Podemos y luego los artefactos electorales denominados Adelante. Dentro de esas pequeñas coaliciones, Anticapitalistas ha quedado aislado, abandonado por sus propios socios. La fractura del grupo parlamentario andaluz o el claro enfrentamiento con las huestes, dominantes, de Pablo Iglesias son sólo dos pruebas entre otras muchas. Esa situación generalizada, crónica, ha convertido al Ayuntamiento de Cádiz en el único altavoz político de cierto rango que tienen los ‘anticapitalistas’ o ‘andalucistas de izquierdas’ para lanzar sus proclamas. Así que el alcalde y sus concejales fieles tienen que convertir cada acto, cada gesto, cada decisión en un mitin. No tienen otra plataforma. De ahí que estos ediles hayan profundizado en su tendencia a perder su tiempo y su escasa capacidad de gestión en polémicas políticas nacionales, en clamar contra Ciudadanos por ser presuntos tránsfugas o contra el PP y el PSOE por sus presuntas corruptelas o fallas en la actuación al frente del Gobierno y la Junta, respectivamente. Da igual que hayan pasado años o que otros asuntos queden ignorados por este interés en lanzar proclamas en internet sobre asuntos ajenos y lejanos, en utilizar sesiones, juntas e intervenciones para ajustar cuentas que nada importan a los gaditanos.

Las competencias municipales, por desgracia, quedan abandonadas porque no están entre las prioridades de los gobernantes locales. Ellos están a sus cruzadas ideológicas en las que son unos luchadores minúsculos y periféricos, invisibles e inaudibles a escala nacional pero... Y lo que disfrutan jugando a la política. El gran deterioro que denuncia la oposición en equipamientos, en el transporte y, sobre todo, en el mantenimiento y la limpieza, en el patrimonio, quedan aplastadas por sus intereses ideológicos, partidistas. Por no hablar de la situación de miles de pequeñas empresas y autónomos en plena crisis sanitaria. Todo eso da igual. El caso es emular a los contertulios de televisión y radio en cada acto, en cada pleno. Para eso creen que les eligieron.

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