El Apunte
Gasolina para la provincia de Cádiz
A falta de fortalecer su tejido industrial, esta tierra se erige de nuevo en una referencia turística de primer nivel. El Gran Premio de Motociclismo es prueba de ello
Un impacto económico de 25 millones de euros. Este ‘macrotitular’ se debe ilustrar con imágenes para comprender realmente lo que significa allí donde importa, no en papel tiznado sino en los bolsillos de los ciudadanos. En ellas asoman miles y miles de moteros comprando, ... comiendo, bebiendo y durmiendo en una tierra que este fin de semana alimenta su surtidor con gasolina súper.
Cádiz necesita industria. Su reducido tejido empresarial es tan evidente como desesperante. Pese al ‘milagro andaluz’, las cifras de paro son cada vez más elevadas y sitúan a la provincia a la cola de España, a la altura de Ceuta y Melilla. Está en crisis perpetua y sólo se mueve entre lo malo y lo peor. Existe una excesiva dependencia del turismo, un sector con cierta inestabilidad pues depende en exceso de condicionantes externos, como ha sucedido con la pandemia. Pero esto ya todos lo sabemos.
A falta de otro tipo de ingresos, esta tierra ha de mirar hacia fuera, a esos visitantes, el carburante en una época donde el depósito se encuentra en reserva tras dos años de vacío. El Gran Premio de Motociclismo es el primer gran evento en 25 meses que se vivirá en todo su esplendor, con el permiso de una Semana Santa en la que aún se mantenía la mascarilla en interiores como última medida cosmética. Los números y las sensaciones confirman la teoría esperanzadora: el potencial cliente sigue ahí, hay un ‘boom’ en el consumo después de tanta tristeza y Cádiz continúa siendo una referencia tal y como se erigió antes de la aparición del dichoso virus. La parálisis ha alimentado el deseo.
La visita de los moteros cuenta además con varias peculiaridades, y es que se trata de un turismo foráneo de buen nivel adquisitivo, mucha energía en apenas un par de días con pocas incomodidades y que repercute positivamente en un amplio porcentaje de población, especialmente en El Puerto y Jerez (lástima que Cádiz y San Fernando no hayan sabido/podido reorientar esta riada). El rugidode las dos ruedas despierta a una hostelería que se prepara para ferias, fiestas de la primavera, festivales de música, eventos gastronómicos y vacaciones estivales de sol y playa. Una tormenta después de la sequía y otra prueba para una provincia que ante la falta de oportunidades siempre tiene una respuesta positiva.