Futuro fatal ante la falta de cuidado
El aumento diario en el número de contagios por coronavirus hace temer un endurecimiento de las medidas de prevención
El presidente Juanma Moreno fue claro hace unas semanas. A la Junta de Andalucía no le iba a temblar el pulso para tomar las medidas que fueran necesarias para evitar nuevos brotes y contagios. Quizá en ese momento no imaginaba que el número de casos ... se iba a multiplicar hasta unos niveles que no se registraban desde el mes de abril y que todas las provincias sumarían brotes que, pese a ser de momento de pequeño tamaño, hacen que los sistemas de aislamiento sean cada vez más difíciles de mantener. Y que se prevean medidas más drásticas.
Cádiz , Andalucía, siguen presentando mejores números que el resto de España, en especial que las regiones de Aragón, Cataluña y Madrid, donde los contagios se están disparando y donde ya se comienzan a tomar unas prevenciones que recuerdan trágicamente a las del mes de marzo. Aún no ha llegado el desborde hospitalario, pero la similitud de la curva de contagios con la del inicio de la primavera hace que las alarmas se enciendan.
Llegados a este punto, no cabe más que hacer una nueva llamada a la ciudadanía para que extreme las medidas de precaución. Habida cuenta que de las autoridades sanitarias centrales poco se puede esperar después de que erraran estrepitosamente en el juicio de que el calor desactivaría el virus y de que mintieran en el anuncio de un comité de expertos que no era más que un grupo de trabajo del Ministerio, lo más prudente es protegerse tanto para evitar contagiarse como para evitar contagiar.
De momento, los números en la provincia de Cádiz se están manteniendo en unos valores discretos aunque el aumento de los contagiados por coronavirus no cesa. Curiosamente, los principales focos de infección están siendo los núcleos familiares y las reuniones de amigos, donde las precauciones se relajan ante la sensación de que todos gozan de buena salud, pese a que se sabe de sobra que los asintomáticos pueden contagiar el virus como si estuvieran contagiados.
Usar la mascarilla y desinfectarse con frecuencia las manos se convierte en un acto de responsabilidad que todos los ciudadanos tenemos que seguir. La alternativa, el hospital y el confinamiento, es inasumible.