La fiesta nocturna se desmadra
Los botellones en Puerto Sherry y la movida que generan sus bares de copas han terminado por desencadenar altercados
La movida nocturna que generan algunas zonas de costa de la provincia se ha desmadrado. El ejemplo más claro lo tenemos en PuertoSherry, donde el botellón campa a sus anchas y son, precisamente, los taxistas los que sufren sus consecuencias. No es la primera vez ... que estos profesionales denuncian situaciones extremas por culpa de la conducta de jóvenes ebrios. A estos hay que añadir la situación laboral que vive la Policía Local del municipio que, desde hace semanas, denuncian problemas en el servicio para poder patrullar con dignidad. La caja de los truenos ha estallado y PuertoSherry se ha convertido en un polvorín a altas horas de la madrugada.Las ganas de diversión son grandes como también la impaciencia que tienen los más jóvenes cuando la fiesta toca a su fin y solicitan el servicio de taxi para volver a sus casas. No hay orden ni concierto y las peleas son constantes cada vez que se aproxima un taxi para recoger un cliente.
El taxista es el que paga los platos rotos de una situación descontrolada y desmadrada. La avalancha de jóvenes que a diario acude a la explanada de Puerto Sherry a hacer botellón y a sus bares de copas requiere de un control policial a través del Ayuntamiento para, al menos, vigilar la prohibición de beber en la calle y, sobre todo, para inspeccionar si se cumplen las medidas Covid. Los taxistas reclaman la ayuda del Ayuntamiento para poder trabajar con seguridad por las noches. El grupo Ecologistas en Acción ha entrado también en esta polémica y lamenta que El Puerto haya basado siempre su reclamo turístico en una ciudad que ofrece sol, playas (con el desacreditado galardón de Banderas Azules), buena y rica gastronomía, y una oferta inigualable de ocio, pero olvidando sus consecuencias: ruido, generación de basuras, un tráfico congestionado, o una ocupación desmedida del espacio público, entre otras, sin ofrecer soluciones. En las últimas semanas la Policía Local ha precintado un local de ocio situado en el Club Náutico por no tener licencia municipal, y ello tras numerosas denuncias de vecinos cansados del ruido que generaba. Sólo tras las quejas ciudadanas el Ayuntamiento ha actuado, pero con un mes de retraso, como ya ocurriera el pasado verano en Valdelagrana». En la misma situación de generación de ruidos y molestias se encuentran varios chiringuitos localizados en el entorno de La Calita en Puerto Sherry, donde los vecinos han mostrado sus quejas ante la Policía Local.