El Apunte
Feliz año de la recuperación: segundo intento
Sabemos que la salida de la crisis pandémica no será fácil ni rápida pero será y nos merecemos creer que será en este 2022 que comienza
Cuando terminaba 2020 creíamos dejar atrás el año más complicado de nuestras vidas. El año de la pandemia, decretada oficialmente en España un 14 de marzo.
Dábamos por hecho, porque la esperanza siempre es necesaria, que con la llegada de la vacuna en los primeros ... días de 2021 todo empezaría a quedar atrás. Habían sido, por entonces, hace justamente un año, diez meses de angustia, sufrimiento y muerte desde que a mediados de febrero Europa tomó conciencia de que el virus que había nacido en Asia a finales de 2019 no era, precisamente, un cuento chino llegado de un lugar muy lejano.
El coronavirus se extendió por todos los rincones del planeta provocando desolación, miedo y destrucción. Ahora, 100.000 muertos después en España, casi 1.700 en la provincia, cuando se van a cumplir casi dos años de aquel inicio, cuando vamos a estrenar 2022, la situación es distinta.
Quizás no tanto como soñábamos y esperábamos, pero es otra. La vacunación masiva y ejemplar (en organización administrativa y actitud ciudadana) ha logrado que la mortalidad descienda enormemente, hasta dejar las víctimas y los afectados graves en la décima parte que antes de la inoculación pese a que los contagios sí baten todos los récords.
Con todo, queda el miedo, la desconfianza, las interrupciones en la actividad económica. El coronavirus ha cambiado nuestras vidas y ya hemos entendido que aquella vieja normalidad tan imperfecta nunca volverá. Ha sido un año mejor que 2020 pero más duro de lo que esperábamos. La recuperación fue discontinua, efímera.
Las recaídas, las llamadas olas, siguieron hasta sumar seis por ahora. La sociedad muestra síntomas de agotamiento y desconfianza, incluso hacia la ciencia. Ahora es la economía la que se pone a prueba. El año 2022 es definitivamente el de la esperanza y la recuperación.
Los contagios deben empezar a caer de forma notable en pocos días y el consumo, la movilidad, la actividad deben reactivarse con la gran amenaza de una inesperada inflación que va a quedarse un tiempo entre nosotros.
Ya sabemos que la recuperación será más larga y más lenta de lo que creíamos pero será. Ya sabemos que la vacuna no es milagrosa pero ayuda mucho. Sabemos, en definitiva, que todos nos deseamos y nos merecemos un año 2022 con mucha más salud y prosperidad.