El Apunte
Feliz, distinta y sensata navidad
Las medidas de horario y movilidad anunciadas por la Junta para estos días muestran un razonable equilibrio de prevención y economía
Con una imagen reforzada por su templanza, incluso en la peor crisis conocida en muchos años a escala sanitaria, social y económica, compareció ayer de nuevo el presidente de la Junta de Andalucía para detallar las nuevas medidas de horario comercial y movilidad en el ... señalado y particular periodo navideño. Por desgracia, es imposible, irresponsable, casi negligente, eliminar en un alto grado las limitaciones de movilidad y horario. Sería dar alas y margen de crecimiento a la nueva y mortal enfermedad que convive con nosotros desde marzo. Es imprescindible limitar los encuentros entre unos seres humanos y otros. No hay otra herramienta mientras las vacunas, que se anuncian para enero en Andalucía, empiezan a expandir la inmunidad entre mayores sectores de población. Aunque los números de contagiados y víctimas, de hospitalizados y críticos, van bajando de forma notable no cabe ningún espacio a la confianza ni a la relajación. Y como detalló anoche Juanma Moreno, las imprudencias de Navidad serán las tragedias de enero. Para tratar de evitarlo pero abrir una ventana al incremento del consumo de comercio y hostelería se ha programado una desescalada en dos fases que parece bastante razonable. Con todo, es necesaria una llamada a la responsabilidad individual para que cada persona mantenga, extreme, las medidas de prevención que ya conocemos de memoria durante todos los encuentros que mantenga.
Por cierto, también sabemos todos que deben de ser los menos posibles. La provincia gaditana ha mejorado sus datos en los últimos días pero ha sido durante este mes la que ha sufrido mayor incidencia del coronavirus por cada cien mil habitantes. El delicado equilibrio está en mantener esa prudencia, ante una amenaza mortal, pero dar un balón de oxígeno para suavizar los tremendos efectos económicos de la segunda ola... Pero sobre todo prevenir o reducir la tercera. Las dos fases navideñas permitirán, ya desde mañana, un notable incremento de la movilidad. Primero intraprovincial, luego interprovincial y, en fechas concretas, entre comunidades. Con todo, el objetivo es el mismo. Que los hospitales no colapsen a partir del 10 de enero, que las UCI no se abarroten de pacientes en situación difícil, atendidos por profesionales agotados física y mentalmente. Un par de cenas festivas, unos encuentros familiares que se podrán mantener pronto, no merecen la pena, no valen ese riesgo. Es necesario cumplir estas normas para que sean más suaves las que vengan según acabe el invierno y llegue la normalidad.