El éxito del trabajo bien hecho
Las Fuerzas de Seguridad han vuelto a demostrar su capacidad para desbaratar los planes de unos narcos que diversifican sus acciones en aras de una mayor rentabilidad
Nadie pasa de la noche a la mañana de estar trabajando en una oficina a introducir un alijo millonario de cocaína en un barco. El proceso por el que se va cayendo en el lado más salvaje de la sociedad es lento y progresivo y ... los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado lo saben de sobra. Es por eso que cada vez sorprenden menos intervenciones como la que comunicaron ayer la Policía Nacional y los agentes de la Agencia Tributaria, que ha desbaratado los planes de una red de traficantes de introducir una tonelada de cocaína en la provincia. Y no es que haya dejado de sorprender por la falta de espectacularidad de las intervenciones, sino porque nuestros agentes han dado sobrada muestra de su capacidad para seguir el rastro del dinero primero, de los traficantes después y, finalmente, de los grandes alijos de estupefacientes al final. Su profesionalidad se demuestra, como se ha hecho evidente, con las cifras de decomisos que atesoran.
En el caso de la operación ‘ Candado ’ hay que fijarse en que el cabecilla comenzó con el tráfico de hachís y que, poco a poco, derivó hacia la cocaína dada su mayor rentabilidad. Los agentes sospecharon de su acomodado estilo de vida e, investigando sus acciones, llegaron hasta el barco que portaba la droga. La operación es una muestra de que las acciones policiales que podemos ver en los medios de comunicación son sólo la punta de un iceberg que tiene toneladas de trabajo callado, de investigación secreta, de recabar datos para obtener un hilo que termine con una detención, con una pista, con un rastro hasta el delito. Mucho se habla de las artimañas e ingenio de los narcos para esconder y transportar la droga pero en ocasiones dejamos de lado la labor que realizan nuestra Agencia Tributaria, nuestra Policía Nacional y nuestra Guardia Civil para dar al traste con sus planes, para garantizar que la droga no llegará hasta nuestros hogares. Es de bien nacidos ser agradecidos y, por eso, en este espacio, desde este periódico queremos resaltar el esfuerzo que realizan diariamente las fuerzas policiales para acabar con el rentabilísimo negocio de la droga. Aunque a veces no se vea. Aunque todos los días no haya grandes fotos, el trabajo nunca se detiene.