Escapadas de esperanza y prudencia

Todos necesitamos que las reservas crezcan mucho en Semana Santa pero sin volver a cometer los errores de octubre, diciembre o Navidad

El reto es complejo. Se trata de reactivar el fundamental sector de ocio y servicios, los desplazamientos y las vacaciones, pero de forma progresiva y prudente. La primera gran ocasión, con un claro descenso de casos y la relajación de medidas preventivas, de horarios sobre ... todo, llega en apenas 15 días, con la Semana Santa. Será la primera oportunidad de demostrar que hemos aprendido algo, que somos capaces de evitar los errores de Navidad, de los puentes de octubre y diciembre del pasado año, que somos capaces de compaginar unos días de esparcimiento con la eliminación de aglomeraciones, con el uso permanente de mascarilla. Muchas familias, agotadas en lo económico y lo emocional, dependen directamente de que la población recupere los desplazamientos vacacionales de mayor o menor duración lo antes posible. Buena parte de esa potencial clientela de la hostelería, eso sí, también está dañada por el incremento del desempleo, por el aluvión de cierres y quiebras en empresas de todo tamaño. Pero, con todo, los que puedan empezarán a mover la rueda que, tras la salud, más necesitamos todos que ruede. Los más de 200 alojamientos rurales de la Sierra de Cádiz son un claro ejemplo de esta necesidad. La Semana Santa es una de sus grandes temporadas y la situación actual, parecida a las vividas el verano pasado, el diciembre pasado –es decir, al final de cada una de las dos olas previas– debe animarnos a todos pero con la condición innegociable de no cometer los mismos errores. Las imágenes que se vieron en los pasados puentes del Pilar y la Constitución, en la campaña de compras navideñas, definen por sí mismas los errores de los que hablamos. Todos sabemos lo que vino después. Decenas, cientos de personas esperando juntas para dar paseos por el campo, aglomerándose en centros comerciales, a la entrada de algunos bares y restaurantes de la Sierra de Cádiz... Todo sabemos de lo que estamos hablando. Esas imágenes no pueden volver hasta que la crisis sanitaria sea superada y eso sólo se conseguirá con una vacunación mayoritaria de la población. Mientras tanto, es una alegría que volvamos a movernos pero con precaución, con medidas y distancia. Porque no puede volver a pasar, no puede seguir ocurriendo, todos nos jugamos mucho.

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