Empiezan las turbulencias
La crisis de Airbus es un efecto dominó sobrevenido como consecuencia de la crisis del coronavirus
El problema que le ha sobrevenido al gigante aeronáutico de la aviación civil y de la defensa, Airbus , es fruto de la crisis del coronavirus. El fabricante de aviones tenía todo calculado hasta que la pandemia le ha propinado un duro revés. Se ... trata del efecto dominó del sector industrial. La decisión de las aerolíneas comerciales de paralizar sus inversiones en renovación de flota y aplazar la entrega de los aviones que ya estaban comprometidos y acabados por Airbus ha obligado al constructor aeronáutico a reorientar su política económica a corto plazo. La decisión de las aerolíneas, motivada también por la falta de vuelos debido al confinamiento de la población europea, toca de lleno en la línea de flotación de la división comercial de Airbus, una sección que, según el ejercicio económico de 2019, salió con números en positivos. Sin embargo, no fue así con la división de Defensa. El sobrecoste del A400M les llevó de nuevo a un resultado negativo. Este balance económico es lo que obligó a mediados del pasado febrero a Airbus a tomar una decisión tajante y sacrificar más de 2.000 empleos en sus plantas de Europa para paliar el fiasco del A400M y la cancelación definitiva del avión comercial A380, cuya producción ha quedado suspendida por falta de demanda. Este ajuste se ha llevado por delante 260 empleos en Andalucía, de los que 44 son de la planta portuense del Centro Bahía de Cádiz (CBC).
¿Qué puede pasar ahora con la crisis del coronavirus? Airbus lo tiene muy claro. De momento, ha llamado a sus cuadros sindicales en el comité intercentros para advertir de que la situación se complica y será necesario que la plantilla tome vacaciones ante un más que probable recorte en la producción de los modelos A320 y A320neo, principales afectados por la cancelación de contratos por parte de las aerolíneas. Los sindicatos temen que las medidas de ajuste no se queden solo en un frenazo temporal de la producción ni tampoco en una medida transitoria para la plantilla. Al contrario. Si las aerolíneas no compran, Airbus no cobra y, por tanto, los ingresos bajan. Además, la cadena de producción aeronáutica está paralizada desde el pasado 23 de marzo, fecha en la que entró en vigor la paralización en nuestro país de los sectores no esenciales. En estos momentos reactivar el sector industrial se antoja complicado a corto plazo. Es por ello por lo que Airbus adopta medidas alternativas antes de meter directamente la tijera.