El ejemplo diario de 23.184 mujeres
El registro de autónomas y emprendedoras alcanza sus mayores cifras en la provincia en el momento más difícil para todos
En los tiempos difíciles se conoce a todos. Y los que estamos viviendo lo son. Con una sociedad herida, dolida por los que ha perdido en la pandemia, enfrentada a la olvidada realidad de su fragilidad natural, es el momento de saber de qué está ... hecho cada cual. Y las mujeres gaditanas, de cualquier edad y origen, han dado un paso al frente porque son, siempre fueron y serán, la base de la sociedad. El frío dato de que ahora, precisamente, se haya alcanzado en la provincia el mayor número registrado de autónomas y emprendedoras lanza un cálido mensaje a la sociedad, uno de esperanza y resistencia, de ejemplo. Mientras otros prefieren el ruido y el fuego, la protesta violenta, las calles y las casas, las oficinas y los comercios de Cádiz están llenos de mujeres que se lanzan a trabajar a diario, en silencio, sin excusas, a pesar de que su sexo siempre tiene que demostrar el doble para conseguir la mitad. El Instituto de Estadística de Andalucía dice que, en septiembre, en la provincia de Cádiz había 23.184 mujeres en el régimen especial de autónomas y sociedades mercantiles. Ya suponen el 35% del total de afiliados. Apenas hace año y medio, cuando comenzaba la pandemia, eran 2.000 menos. Con esos números se puede decir que Cádiz es una provincia de emprendedoras, de pequeñas empresarias, de valientes. La docencia, en todas sus áreas, la sanidad y el marketing son los sectores con mayor crecimiento de emprendimiento femenino pero también es notable en tareas ligadas al mercado inmobiliario, la agricultura, la tecnología o la investigación. Algo empieza a cambiar y no puede detenerse. En Cádiz hay ya 1.894 mujeres socias de cooperativas y otras 2.005 aparecen como administradoras de sociedades mercantiles.
Con este testimonio silencioso, podemos convencernos de que en esta tierra hay potencial humano suficiente para recuperar la esperanza, la expectativa de un futuro mejor. Tan sólo hace falta mirar a todas esas mujeres que hacen lo suficiente para no arrojar la toalla ni marcharse de Cádiz en busca de nuevos horizontes. Nada mejor que las que reinventan o lanzan por primera vez su vida profesional. Estas emprendedoras están aplicando el esfuerzo, el riesgo personal y el ingenio para decir a todos que si ellas pueden, es posible como sociedad. No todas vencerán pero intentarlo ya es un triunfo. Como comunidad, al menos.
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