El ejemplo de Asia tiene dos caras
Parece que el autoritarismo chino ha triunfado pero lo ha hecho la democracia coreana

La gran pandemia , desencadenada en unas breves semanas con un furor sin precedentes por causas todavía mal conocidas, ha atacado nuestro sistema de vida occidental. Ese mismo que había cobrado una universalidad inusitada tras la caída del muro de Berlín y el hundimiento ... definitivo del «socialismo real», de un lado, y, de otro lado, la irrupción potente y prometedora de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, que eliminaban fronteras e imponían un espontáneo cosmopolitismo que se caracterizaba por el solapamiento de culturas distantes, repentinamente accesibles.
Fukuyama había lanzado su osada teoría sobre ‘el fin de la historia’, que suponía que la victoria del bloque liberal auguraba una homogeneidad sustancial aun dentro de la pluralidad de enfoques que ofrecía la idea de modernidad. El autor de esa teoría terminó matizándola después, y hoy, la gran pandemia no ha hecho más que confirmar que sigue habiendo una rivalidad entre dos tendencias que avanzan en paralelo y que de momento no tienen la menor intención de solaparse. Lo ha explicado la exministra Ana Palacio en la prensa internacional: « El mundo aparentemente está a merced de Estados Unidos y China , que parecen estar más preocupados por mantener su competencia de gran potencia que por resolver la crisis de la Covid-19. Esta competencia por la primacía global, que se ha intensificado durante años, también es un choque de modelos».
No cabe duda de que la peculiaridad del sistema chino, un régimen de partido único que ha conseguido un equilibrio más o menos armónico entre la libertad mercantil y la dictadura política, ha facilitado la erradicación del patógeno. Corea del Sur, por su parte, un país que está dotado de un régimen parlamentario homologable con los occidentales, da sin embargo fe con su eficacia de que también es posible combatir la pandemia mediante el consenso social, sin recurrir a duros procedimientos represivos.
En otras palabras, la atribución del éxito chino frente a la pandemia a la adopción de medidas draconianas de confinamiento y aislamiento sólo posibles en un marco autoritario, dictatorial, es una verdad relativa, ya que el cercano caso de Corea del Sur demuestra que la eficacia también hubiera sido posible en un contexto más o menos equiparable al occidental.