El egoísmo viaja rápido
Algunos residentes en zonas de alto contagio viajan alegremente como si las cuarentenas fueran vacaciones inesperadas
El aluvión de residentes en Madrid que están recibiendo localidades de la costa de Cádiz , como la de Murcia, Málaga, Alicante o Galicia, demuestra hasta qué punto un sector de la población ha decidido anteponer sus intereses, o placeres, personales a ... la salud del colectivo. Al igual que algunos jóvenes dicen no temer la enfermedad por considerarla leve y se muestran así dispuestos a contagiarla a los más vulnerables (enfermos y ancianos), estos viajeros que han considerado que la cuarentena social autoimpuesta es sinónimo de vacaciones muestran con su actitud que sólo les importa la salud propia, incluso el disfrute propio, sin tener en cuenta el peligro que corren otros.
Mención aparte merecen, también, los que vuelven a su hogar familiar desde la zona en la que residen por motivos académicos o laborales. Por más que tengan la justificación sentimental o del miedo, cometen el mismo error que los veraneantes invernales que han empezado a llegar a la costa. Es absolutamente insolidaria esta actitud que demuestra hasta qué punto son resistentes al mensaje de prudencia algunos vecinos de zonas muy afectadas por el coronavirus, como pueden ser madrileños o alaveses. O las administraciones no han insistido lo suficiente o algunos no están dispuestos a escuchar. Cuando lleguen los confinamientos y las prohibiciones que contempla el estado de alerta que se anunció ayer, y se aprueba hoy, vendrán las quejas, el crujir de dientes, el lamento ante un estado autoritario. Sin embargo, las autoridades sólo estarán velando por la salud de los más frágiles, los que se juegan la vida en esta crisis sanitaria sin precedentes. Los que no tienen nada que temer por ser jóvenes o por creerse inmunes no tienen derecho a poner en peligro a muchos de sus compatriotas. Si no saben verlo, habrá que hacérselo ver mediante medidas más contundentes.
El gobierno autonómico de Murcia resumió ayer perfectamente lo que piensan y sienten también muchos gaditanos, andaluces, gallegos o valencianos: «Estamos viendo comportamientos que nos ponen en peligro a todos. Hay una larga serie de personas que se han tomado la cuarentena como unas vacaciones en la costa. La imagen es lamentable e irresponsable». Ha quedado claro que hay algunos a los que los demás le importan bien poco.