Dejar solos a los que nunca fallan
Lo sucedido este fin de semana en La Línea confirma que, con su desidia hacia el Campo de Gibraltar, el Gobierno pone en riesgo a los agentes
Ha vuelto a pasar y seguirá sucediendo mientras no cambien las cosas. La Policía Nacional, la garante, junto a la Guardia Civil, de la seguridad de todos los gaditanos, ha sido atacada en el barrio de La Atunara, en La Línea. Unos agentes, al proceder ... a una detención, se han visto acorralados por un grupo de vándalos que les han agredido para que soltaran al malhechor que se iban a llevar a comisaría. Uno de los agentes que participó en la operación tenía magulladuras por todo su cuerpo a resultas de este brutal atentado contra las fuerzas del orden. La palabra terrorismo, habida cuenta de cómo pretenden amedrentar con su violencia a quienes velan por que se cumpla la ley, no estaría mal empleada en este caso.
Lo peor de todo es que no se trata de una situación aislada, de un capítulo anecdótico dentro del devenir de la seguridad de la provincia. Meses atrás, ya fueron atacados otros agentes y en el mes de julio, un miembro del equipo de Vigilancia Aduanera fallecía tras estrellarse el helicóptero con el que trataba de detener a unos narcos. Ellos nunca fallan, ¿por qué la administración sigue escamoteándoles los medios? ¿Por qué no se destina a contingentes policiales más especializados para las misiones relacionadas con el narcotráfico y el contrabando? Del lado de los criminales ya se ha demostrado que no existe la piedad, que no les tiembla el pulso a la hora de enfrentarse a los agentes ya sea embistiendo sus vehículos, ya sea agrediéndoles, ya sea arrojándoles piedras en sus intervenciones.
Los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad desplegados en la zona no piden nada extraordinario, sólo que se cumpla el Plan Especial para el Campo de Gibraltar, que contemplaba más agentes para poder controlar una de las zonas más calientes de España y la presencia permanente de unidades expertas en el control de masas, como pueden ser la UIP o la UPR.
Mientras que no se cumplan con estos compromisos, episodios como los sufridos por los agentes en La Línea no serán algo puntual, sino la rutina diaria. No tiene sentido organizar homenajes póstumos y entregar cruces de mérito a posteriori cuando lo fundamental, como advierten los propios sindicatos policiales, es realizar una mayor inversión en medios antes de que vuelva a producirse el próximo incidente.
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