Los dedazos que dejan marca en la sierra

La Fiscalía Anticorrupcón ha vuelto a poner el foco en las adjudicaciones irregulares que se comenten en esta comarca gaditana

Los medios de comunicación, los periodistas, vivimos en un constante ‘deja vu’ con algunas informaciones. Al leer un teletipo o al atender una resolución judicial tenemos una sensación de ya vivido, de que esa información ya se ha publicado. Cuando en la edición de nuestra ... redactora María Almagro publicaba que el TSJA confirmaba la condena de ocho años y seis meses de inhabilitación para el exalcalde de Espera Pedro Romero, alguno en esta redacción aseguraba que ya lo había visto antes. Y era normal dudar. La provincia de Cádiz, y en particular la comarca de la Sierra, acumula un rosario de sentencias condenatorias contra concejales y alcaldes por prevaricación, por dar concesiones a dedo saltándose los trámites internos que regulan cualquier administración pública. Eso sí, hay que ser justos. La Sierra es la comarca con un mayor número de municipios de la provincia, 19 de los 45 que integran esta región.

Una de las tónicas comunes a la hora de revisar los casos es que, en la mayoría de los procesos, el político imputado no se ha beneficiado directamente. No son comunes los casos de que se concedan prebendas a cambio de sobornos o mordidas. Suelen ser favores que se realizan en municipios pequeños, en los que todos se conocen y en donde la sensación de que se está cometiendo una irregularidad parece disculpada por el hecho de ayudar a algún vecino necesitado. Sin embargo, lo único que reflejan es una falta alarmante de cultura democrática.

Si por algo nos distinguimos las democracias de los regímenes bananeros es precisamente porque nada puede escapar a un ordenamiento pensado para que las personas nunca estén por encima de las leyes. La máxima de ‘dura lex, sed lex’ (la ley es dura, pero es la ley) es el resumen de que cualquier tipo de contratación, concesión o ayuda que se otorgue desde lo público debe pasar por el tamiz de la legislación. De lo contrario, ya lo hemos visto, vienen las condenas y las inhabilitaciones, que han llegado a salpicar a los secretarios municipales por no realizar la función fiscalizadora que tienen encomendada. Esperemos que esta epidemia también acabe remitiendo.

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