Los datos hablan: Cádiz necesita un plan
Mientras que en el resto de España ha descendido el desempleo, éste se ha incrementado en la provincia por su dependencia del turismo
Los refranes y las frases hechas se han agotado a la hora de hablar de la situación del desempleo crónico en la provincia de Cádiz. Podrían utilizarse fórmulas como la de que «a perro flaco, todo son pulgas» o la de «poco dura la alegría ... en casa del pobre». Puede elegir el lector la que quiera pero el resultado es siempre el mismo: la zona que más sufre los embates del mercado laboral es la provincia.
Los datos hablan por sí solos. Mientras que en el conjunto de España se ha producido, por primera vez en la serie histórica, una reducción del número de parados, en la provincia, hay menos gaditanos trabajando. Es un contraste llamativo pero no sorprendente. El conjunto de España gana 102.474 trabajadores mientras que Cádiz pierde más de 6.000, pese a que el porcentaje de desempleo en el conjunto del territorio nacional es muy superior al que se registra en la provincia. Las desigualdades, lejos de reducirse, se van incrementando.
Cuando se echa un vistazo a las poblaciones que han perdido más trabajadores, se descubre la causa principal de esta reducción en el número de cotizantes: la estacionalidad del turismo. La provincia sigue teniendo una dependencia excesiva del turismo de sol y playa (o, para ser justos, del turismo de la temporada de mayo a septiembre). Cuando llega el frío, miles de gaditanos pierden sus empleos hasta la siguiente temporada. Lo único positivo de los datos que conocimos ayer es que el número de trabajadores en la provincia es de casi 25.000 más que en noviembre del año pasado.
La claridad de los datos confirma lo que desde todos los sectores se viene insistiendo desde hace años: Cádiz necesita un plan económico ambicioso, una apuesta decidida por el impulso de industria y comercio que consigan que la provincia se vaya alejando del furgón de cola nacional. Cierto que el turismo es una fuente preciosa de empleo y que los esfuerzos de los distintos agentes siguen firmes en romper la estacionalidad, pero no puede fiarse todo a la misma carta mientras que se sigue adelgazando la presencia de grandes factorías en el territorio. Una apuesta decidida por implementar una producción desestacionalizada en el sur supondría un acto de reparación histórica con todos los gaditanos.