Cuatro costes inasumibles
Los reiterados incumplimientos del gobierno nos llevan a la desazón, ahora materializados en cuatro cuestiones que lastran nuestra economía
El gobierno más ideologizado y radical de Europa se presenta ante los españoles bajo el lema «cumpliendo». Una propaganda sustentada en la psicopatología de la falta de razón y verdad, de lo que el presidente es un auténtico ‘doctor honoris causa’. Lo que es la ... vida, ‘cum fraude’ elevado a los altares académico-universitario. Los reiterados incumplimientos del gobierno nos llevan a la desazón, ahora materializados en cuatro cuestiones que lastran nuestra economía. Es lo que ocurre por tener a alguien como Lastra, auténtico lastre para los españoles. Sólo le faltó decir que la coyuntura económica es producto del lastro dejado por la derecha con anterioridad a 2018. Muy feministas como todo el gobierno. Y en este contexto situamos los cuatro costes inasumibles para los españoles.
La inflación. Los precios han aumentado un 6,7%. Sus efectos perniciosos no serán coyunturales. Los más pobres, los que nunca dejará atrás este gobierno, son los que peor parado salen con los incrementos de precios. The Economist ha dejado claro esta semana que la economía española ha sido la que peor soportó los males que trajo el virus. Fue la que más cayó en el crecimiento y la que peor gestiona la recuperación. Tan mal se ha hecho, que los españoles han asumido ‘motu proprio’ el hecho de la vacunación como mecanismo de supervivencia. El incremento de los precios de la energía, consecuencia directa de una demanda creciente y una disminución de la oferta, por haber dejado arrinconado otros modos de producción, con la ‘leche’ ésta de la transición sostenible. Deberíamos ser tan contundentes también con el descontrol del déficit y la deuda.
Cataluña. Es un problema para el resto del Estado con sus reiterados incumplimientos legales de todo orden, incluido el cumplimiento de las sentencias judiciales. Se ha convertido por demérito propio en otro lastre para España en lo económico. Otra vez Lastra. La Generalitat prevé pedir prestados al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) un total de 12.662 millones de euros en 2022. Un total de 11.138 millones de euros de esa cantidad servirán para afrontar amortizaciones de deuda, principalmente para cubrir el pago de préstamos de años anteriores del FLA y otros mecanismos de liquidez habilitados por el Estado, aunque también para hacer frente a otros vencimientos de deuda. Lo que denota la situación practica de suspensión de pagos. Sólo la solidaridad del resto de españoles a los que odian y menosprecian, sí, los que hablamos la lengua de las bestias salvajes, posibilita no caer en una situación de quiebra real. El FLA es un mecanismo de financiación que surge como respuesta a la situación existente a comienzos del ejercicio 2012, caracterizada por la situación calamitosa dejado por ZP, después de arrasar la economía durante su desastroso período de gobierno. Entonces, el contexto económico y financiero nacional y sobre todo en Cataluña, exigió habilitar por la tan denostada derecha española dicho fondo, para evitar el colapso autonómico. La reputación económica internacional de Cataluña está bajo mínimos. Sólo hay que ver las calificaciones de las agencias de rating.
Pensiones. El déficit real del sistema de Seguridad Social será de 28.000 millones para 2021. El observatorio Willis Towers Watson manifiesta que las cuentas de la Seguridad Social son disfrazadas con «transferencias del Estado». La semana pasada se derogaba parte de la reforma de 2013 (índice de revalorización). El factor de sostenibilidad llevará la misma suerte, dado el acuerdo del gobierno con los sindicatos. Se ha decidido equilibrar el sistema con aportaciones del Estado, lo que supondrá trasladar al Estado el déficit de la Seguridad Social. El FMI recela por insostenible, las medidas tomadas por este manirroto gobierno.
Políticos. Sobran las palabras para referirnos a esa caterva de energúmenos que nos desgobiernan. La ministra de trabajo y el presidente son los políticos mejores valorados para el CIS. Va a ser que no son cuatro nuestros más acuciantes problemas. El CIS por méritos propios pasa a ocupar el quinto lugar.