Cuándo y cómo cerrar el bloqueo
El momento y las fórmulas para volver a la normalidad empiezan a ser claves para la recuperación
La miopía de unos votantes bien representados ha hecho que ni España, ni Europa, ni Occidente supieran tomar las decisiones preventivas a tiempo. La prioridad es acertar ahora en las decisiones igual de trascendentales que hemos de tomar enseguida: ¿cuándo volver a la normalidad y ... cómo ajustar la economía? Para España, ambas decisiones se entrelazan: cuanto más prolonguemos el encierro, más recortes y reformas habremos de acometer.
La de cuándo aliviar el encierro es una decisión endiablada, pero inevitable. El cierre de la economía también mata: la pobreza y el desempleo dañan la salud e incluso generan suicidios. El que estos muertos sean invisibles no nos autoriza a ignorarlos. Aún con el grifo del gasto público abierto, la continuación del encierro más allá de un cierto punto de no retorno produciría tal desastre económico que las costuras del Euro saltarían hechas pedazos. Y con él quizá una gran parte de nuestra convivencia.
Por ello, habremos de aliviar el encierro en cuanto hagamos sostenible la atención sanitaria, y dispongamos de test masivos y de sistemas de seguimiento para impedir rebrotes. Recordemos, sin embargo, cómo la debilidad del Gobierno le llevó a responder tarde a la epidemia. Es de temer que esa misma debilidad le lleve a posponer indebidamente el cierre del trance más complejo que hemos conocido.
Los ajustes de la economía también plantean un conflicto irresoluble a un Gobierno que, elegido para ir de fiesta, se ha encontrado en medio de una guerra. Antes de la crisis, nuestra deuda pública era igual a lo que entonces producíamos en un año. Las medidas paliativas la podrían llevar al 120%.
Pero la UE no va a permitir que sigamos abusando de su aval crediticio para endeudarnos. Exigirá recortes, para que gastemos menos, y reformas, para que produzcamos más. Resultarán menos dolorosas cuanto antes las adoptemos. Sin embargo, el actual Gobierno no puede evitar los errores de Zapatero. Para tomar bien y a tiempo ambos conjuntos de decisiones, es preciso un Gobierno capaz de pensar y actuar para el largo plazo. Es condición necesaria conformar un Gobierno cercano al consenso. Sin él, también tomaremos todas estas decisiones; pero tarde y mal, por lo que serán mucho más dolorosas.