Cruceros y astilleros, una alianza para soñar
El inicio de la travesía turística de un buque reparado en Cádiz abre una nueva y provechosa línea de negocio para el futuro
Dos de los sectores económicos que han gozado de buena salud en la capital gaditana, en la Bahía, durante los últimos años parecen aliarse. La industria naval y el turismo de cruceros pueden unir sus fuerzas. Por un lado, queda claro que el prestigio acumulado ... por los astilleros en la reparación, y mantenimiento, de este tipo de buques no ha desaparecido. Bien al contrario, crece. La capacidad de estas plantas, de los astilleros ejemplificados en Navantia, entre otros, es un motivo de orgullo y un sello de garantía que coloca a esta tierra en la vanguardia europea. Con la salvedad de la pandemia, el horizonte siempre aparece repleto de tareas de reparación de cruceros turísticos. Esta realidad próxima supone una doble promesa de recuperación: la de la propia industria naval y la del turismo internacional. La segunda parte de la premisa, la reactivación de los cruceros, de su demanda, también parece en marcha.
Si Cádiz es capaz de unir ambas partes -reparación con embarque de pasajeros en rutas que comiencen en su puerto- parece evidente que se abre una gran línea de negocio. Los 119 pasajeros del crucero de lujo ‘The World’ son un buen ejemplo de que esa fusión es posible. Tras pasar varias semanas en el astillero de Navantia Cádiz, esta lujosa embarcación recibió ayer en el muelle Ciudad a los turistas para partir con destino a Ferrol. De este modo, astillero de mantenimiento y puerto base quedan unidos en la capital gaditana, con el beneficio que eso supone. Doble, además. A las horas de trabajo en los diques, a la actividad industrial, se suma el consumo de servicios hoteleros y hosteleros que realizan los que van a tomar parte del crucero. ‘The World’, que sirve de precedente y ejemplo, es el yate residencial más grande del mundo y por primera vez su pasaje iniciaba viaje desde el puerto gaditano. Ya se han dado otros precedentes y compañías como MSC anuncian que, en un futuro cercano, pueden fijar en Cádiz esas dos palabras mágicas: puerto y base. En Navantia, en los diques, tras el parón provocado por el maldito Covid-19, ya reaparecen las oportunidades tan frecuentes hasta 2020. El astillero de Cádiz ya batió en la década anterior un récord en materia de reparaciones de cruceros. Ahora puede combinarlas con el inicio de sus travesías y con el impacto turístico que eso supone.