Una ciudad partida en dos visiones
Frente al relato triunfalista y autocomplaciente de Kichi se alza una oposición que le reprocha el abandono en que ha caído la capital
«Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos. La edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la ... esperanza y el invierno de la desesperación...». El Debate sobre el Estado de la Ciudad que tuvo lugar ayer en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Cádiz se parecía, mucho, a la ‘Historia de dos ciudades’ de Charles Dickens. Eso sí, eliminando todo lo que en la novela hay de bello y sensible y añadiendo la propaganda más autopagada por una parte y la desesperanza crítica por la otra. Esta historia de dos ciudades a la gaditana sería el relato de un Cádiz de ensueño narrado por Kichi, en el que pareciera que a los perros los atan con longaniza, frente a otro en el que la transparencia brilla por su ausencia, en el que la suciedad es la tónica diaria y en donde, incluso, se ha perdido la ilusión que debería acompañar al equipo de Gobierno de una capital que aspira a todo.
Es bien sabido que en el bronco debate político las posiciones tienden a exagerarse, pero no deja de ser significativo cómo mientras los grupos de la oposición, con sus diferentes matices y sensibilidades, coinciden, el equipo de Gobierno construye un relato propio más cercano al realismo mágico que al dictado de los hechos. Bien es cierto que han tenido tres años (sí, tres años) para preparar todo este argumentario propagandístico en el que los propios defectos (como puede ser el caos en Asuntos Sociales, los problemas de movilidad en la ciudad o la falta de promociones de vivienda pública) eran vendidos como logros. Durante estos meses en los que se han negado a convocar este debate –pese a que pregonaban que la gestión sería límpida y anunciaban paredes de cristal– bien podían haber buscado mejor excusa que seguir culpando de cualquier mala situación de la ciudad al gobierno de Teófila Martínez.
De nuevo, llaman la atención los reproches que le llegan a la coalición de Adelante Cádiz del Partido Socialista cuando éste, con sus votos a favor o sus abstenciones, mantiene el gobierno. No deja de ser curioso que Mara Rodríguez, a la sazón representante de los socialistas gaditanos, acuse a Kichi de hacer «política de escaparatismo» y, sin embargo, no haga posible el cambio para que cambie en color del Ayuntamiento.