Una ciudad en decadencia

El abandono de los barrios y la falta de mantenimiento de instalaciones y espacios públicos aumenta por días

Pintadas en la calle Abreu. Cádiz Abandonada

Los alcaldes y concejales deberían de considerar la ciudad que gobiernan como si fuera su propia casa. Una casa que pertenece a todos los gaditanos (tanto los que les votan como los que no) y que hay que cuidar y mantener para que, con el ... paso del tiempo, ni se deteriore ni se venga abajo, tal y como está sucediendo en Cádiz. Limpieza y desinfección constante de calles, plazas y espacios públicos; pintura y resanado de paredes, renovación de tuberías, sustitución de losas rotas o de farolas fundidas, renovación de mobiliario urbano, cuidado de jardines o la poda de los árboles son solo algunos ejemplos de lo que deberían ser las labores diarias a acometer en una ciudad por parte de su ayuntamiento. Desde luego, ni por asomo es el caso del de Cádiz, que poco a poco está dejando que la capital se marchite como una flor sin que parezcan darse cuenta de las consecuencias que ya está teniendo y que tendrán en un futuro muy próximo.

El esplendor y el brillo de la famosa ‘tacita de plata’ se está perdiendo poco a poco pero en San Juan de Dios la obsesión sigue siendo reducir deuda, hablar de la herencia del PP y atacar a instituciones de diferente color político asumiendo un papel de víctima que ya resulta hasta ridídulo. El abandono de los barrios y la total falta de mantenimiento tanto de parques y jardines como de instalaciones culturales, deportivas o sociales es una evidencia palpable con tan solo darse una vuelta por la ciudad. Una ciudad en decandencia y que se cae a pedazos.

Cada vez son más las asociaciones vecinales que denuncian, además del ninguneo del equipo de Gobierno (que ni les escucha ni les atiende), el estado de abandono de sus barrios, por los que -según comentan- a los representantes municipales ni se les ve ni se les espera. Empezando por el alcalde, ahora retirado de la vida pública por el permiso de baja paternal, aunque con una actividad frenética en redes sociales.

Ymientras, las ratas campan a sus anchas en zonas como el parque Celestino Mutis en el barrio de Astilleros, en el paseo Marítimo o en el entorno de la plaza de Jerez; las calles de la ciudad amanecen sucias, el mobiliario urbano sufre actos vandálicos sin que sea sustituido, las raices de los árboles rompen el viario y las ramas entran por las ventanas de viviendas porque no se podan. Pero siempre será más importante pintar la ciudad de colores como solución a los problemas de aparcamiento o cambiar los nombres de calles, avenidas, estadios o teatros.

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