El Apunte

Ceuta, un drama reconocido en esta orilla

Cádiz es el primer paso en este tramposo camino hacia el paraíso de seres humanos que se juegan la vida ante la falta de respuesta firme y común

Decenas de migrantes en la nave de el polígono industrial cercano a la playa de El Tarajal. EFE/Brais Lorenzo

Este sur desenfocado atraía a inicios de la semana la luz que reflejan las sombras. Miles de migrantes marroquíes se jugaban la vida en busca no de un destino mejor, sino de una vida . A secas. Por mar y por tierra, a nado ... o saltando muros y alambres. Impulsados en ocasiones por profesionales de la mentira que venden el maná a precio de oro escondiendo las espinas del anunciado paraíso. Horas de peligro e ilusión que generan en días y años de frustración. Pues el atajo no suele ser el mejor camino para alcanzar esa gloria.

Existen diferencias que van más allá de matices. Lo acontecido el pasado lunes tiene más de conflicto político y diplomático que de crisis migratoria. En estos tiempos líquidos las guerras no se dirimen casi nunca entre ejércitos sobre campos de batalla; son mucho más sutiles. Marginando esta cuestión puntual, a Cádiz le suena esta música. Es la Ceuta de la otra orilla, primer paso obligado de quienes se atreven a arriesgar su existencia porque ni siquiera temen perderla. No hay mes que no se rescate una patera en estas costas, no hay día que no se sienta el drama en ‘temporada alta’.

Al ser bien conocido el problema, complejo y poliédrico, es reconocida la mejor línea de actuación, basada en tres pilares: humanidad, firmeza e inversión . Las administraciones de diferente signo político, los cuerpos y las fuerzas de seguridad del Estado, sanitarios y voluntarios, han actuado con ese respeto a los derechos humanos que representa y refuerza a un país democrático como España. Las fotografías del guardia civil jerezano Juan Francisco rescatando a un bebé y de la madrileña Luna consolando a un inmigrante son imágenes icónicas de este pasaje. El propio presidente de la Junta ha desafiado a un colaborador necesario anunciando la acogida en Andalucía de 13 de los menores no acompañados que han arribado en esta última oleada. Empatía y solidaridad por encima de intereses políticos.

Con esa misma energía hay que mostrar una postura contundente ante el chantaje y defender con fiereza y sin ambages los postulados y valores de esta sociedad . El buenismo es un mal aliado en este tipo de confrontaciones. Para el final, o para empezar pues es problema y a la vez solución, hay que invertir en esos lugares de origen y que así alcancen el necesario nivel de desarrollo para que la vida de esos seres humanos no queden a merced de mafias, tiranos, el hambre y la miseria. Para que existir, el mero hecho de vivir, merezca la pena.

Artículo solo para registrados

Lee gratis el contenido completo

Regístrate

Ver comentarios